"¿Entonces...?"

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CAPÍTULO 16

El pincel cargado de pintura pálida saltaba aleatoriamente sobre el cielo que se hallaba en el lienzo casi acabado. La música de mis auriculares era la guía del instrumento, que vagamente bailaba conmigo, creando una especie de burbuja imaginaria a la que pocas personas solían tener acceso. Realmente solo tres personas habían logrado entrar a mi cápsula personal de inspiración, o bien porque nadie solía querer quedarse dos horas como mínimo a ver de comienzo a fin mis trabajos, o bien porque yo no solía exponerme a la ligera para entonces evitar críticas de cualquier tipo. Es decir, ¿quién nunca se ha puesto nervioso cuando alguien viene a ver detenidamente lo que estás haciendo?

Pero en aquel instante me encontraba en clase de Plástica, era una del grupo reducido de estudiantes que se hallaban allí. Estábamos todos frente a un atril, con respectivos pinceles, paletas, colores y mundos personales. El profesor caminaba sortendo caballetes, comentando a mis compañeros posibles mejoras.

Y cómo no. También debía venir a posar sus ojos en mí. Bueno, mejor dicho en mi proceso de cración. Y así, en un instante mis paredes se vieron obligadas a resquebrajarse. Su expresión pensativa me ponía nerviosa.

El hombre se ocultaba tras unas gafas finas y elegantes, haciendo contraste con los rizos de su cabello bastante revoltoso, dejando en claro lo joven que era en realidad, y aún así el conocimiento terminaba empujándolo en la línea del tiempo unos cuantos años más allá.

Para seros sincera, a simple vista cualquier persona habría pensado que aquel hombre era alguna especie de hipster.

-Emily Black -pronunció.

-Presente... -contesté dudosa.

Para mi alivio, su rostro de poeta pensante cambió radicalmente para soltar una carcajada silenciosa. Yo también habría querido reír, pero la incertidumbre me asaltaba.

Dos segundos después dijo:

-Qué puedo decir... Es el mejor trabajo que he visto en lo que lleva este año escolar -el volumen de su voz era bajo, como si no quisiera que alguien más oyera su comentario.

Escuchar aquello fue un regalo, para qué mentir.

-¿Sí? No creo que sea para tanto... -habló enseguida mi humildad.

-No es que sea para tanto, te estoy diciendo la pura verdad -susurró con gracia.

Sonreí.

-Lo que sí, no estaría mal un poco más de color en ese cielo. ¿Está algo abandonado, no crees? -guiñó su ojo verdáceo y prosiguió con el siguiente alumno.

POV NOAH

-¡Sal de ahí, abre! -gritó el entrenador, mi respiración agitada apagaba su voz- ¡Tienes a Alex! -insistió él.

Era verdad, Alex estaba a mi alcance, pero aquel chaval no era tan bueno como para llevar adelante la jugada que estaba haciendo. Opción descartada.

Entonces en el segundo que Zac, mi oponente, se despistó un poco, salté lanzando el balón directo a la canasta. Varios vitoreos y silbidos sonaron, incluso algún insulto. Efectivamente había hecho un triple increíble...

-¡White, ven acá ahora mismo! -ordenó el profesor desde las gradas donde apenas minutos atrás había estado remarcando los fallos de los jugadores. Su rostro esperaba con mirada dura junto con su nariz de boxeador fruncida. Seh, se había mosqueado.

Mis pies avanzaron hacia él con un deje de alerta, esperando recibir de su parte el golpe de su archivador en mi cabeza. Él era capaz de aquello, Connor había recibido una de las suyas el trimestre pasado, según me había advertido.

Black&WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora