Malum »jikook«

» Es real.

Capítulo 8

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—¿Por qué has hecho eso, Jimin?

—No lo sé, solo por impulso. No pude soportarlo, Hoseok.

—Sabes que haciendo eso solo alejarás al chico.— y tenía razón, esa era la peor parte. Asentí ante sus palabras y me enojé por ser tan estúpido.

—Pero es que se veían tan risueños ambos que no pude contenerme y le hice la estúpida y típica escena de celos.

—Ahora tendrás que esperar a ver si el chico quiere volver a verte, por cierto, ¿cuándo lo presentas?— una sonrisa pícara acompañó los labios de Hoseok.

—No estoy para bromas, vete ya.— comenzaba a enojarme aún más así que le eché de casa.

Otra vez solo. Sentado en el sofá mientras veo todo a mi alrededor y nada ha cambiado. Excepto porque Yoongi ya no habla más conmigo y no sé nada de él.

Miré mi móvil, quizás le encontraba despierto a éstas horas.

—¿Yoongi?— fui el primero en hablar una vez la llamada fue aceptada.

—Jimin.— su voz se escuchaba extraña, bastante. Pero estaba seguro de que era él.— ¿Ocurre algo?

—Hace mucho no te veo, ni hablamos. Solo quería saber como estabas, la casa no es lo mismo sin ti.— le dije, aunque bueno, a decir verdad él pasaba todo el día en su habitación.

—Estoy bien, ¿y tú?— hizo una pausa y estaba a punto de responderle pero volvió a hablar.—¿Hiciste lo que te pedí?

—Me alegra saber que estás bien, yo igual lo estoy.— suspiré, yo en serio no quería hablar de eso, él por lo visto nunca lo entendería.— Yoongi, yo no tengo ningún problema, es real.

—Jimin...— otra vez sus sollozos que me partían el alma, ¿por qué debes ser así?

Corté la llamada y limpié una lágrima que se deslizó por mi mejilla, esto no era de lo que quería hablar con él.

Últimamente solo han venido cosas malas a mi vida desde que llegó mi otro yo.

Maldito bastardo.

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Durante toda la madrugada no pude dormir, continuaba pensando en Jeon y lo mucho que me gustaba. Estaba arrepentido de la escena que le monté pero solo lo hice porque lo quiero, porque me dan celos.

A mitad de madrugada me decidí por escribirle, tanto le gustaban mis escritos pues éste iba dedicado a él. E iría a la cafetería antes de que abriera para esperarlo y hablar con él sobre lo que ocurrió.

Esto no puede acabar solo con la cachetada que me proporcionó.

5:24 a.m. 

Y yo ya estaba esperando frente a la cafetería sentado en el suelo. Jungkook vendría, era su trabajo y siempre le tocaba el turno de apertura hasta el medio día. Aunque a veces tenía sus excepciones, pero de ser así igual le estaré esperando.

—¿Park?— la voz, sabía perfectamente de quien era. Alcé la vista y me encontré con su ojos.

—Hablemos, Jeon.— le pedí, incorporándome.

—No tengo tiempo ahora.— quiso pasar de largo pero le tomé del brazo, deteniéndole.

—Sí que tienes, tu turno comienza a las seis.— le dije, y él solo miró el suelo.

Hubo un silencio de unos segundos entre nosotros y le solté el brazo, él se giró y me miró.

—Si quieres hablar sobre el incidente de la otra vez solo debo decirte que lo siento por la cachetada que te di.

—¿Eso significa que ya no hablarás ni saldrás conmigo?— seguro en mi rostro podría notarse el miedo de poder perderle. Y es que sentí como se desmoronaban mis emociones al verle negar.

—Fuiste muy posesivo y ni siquiera somos novios, no me van las chicas y te pusiste histérico por hablarle. ¿Acaso no puedo tener amigas? ¿Amigos?— volvió a negar y sus ojos se cristalizaron.—Tú me gustas muchísimo, Park, estoy enamorado de ti pero no podría estar con alguien que me cela por cualquier cosa.

—Jeon... Yo no soy así, solo fue un arranque que tuve. No se volverá a repetir, entiende que temo perderte. Yo siento lo mismo que tú.— por fin lo pude confesar pero él solo bajó la cabeza y estuvo así por un momento.

Alzó su cabeza y me sorprendió con un beso en mis labios, fue algo lento pero pudo transmitir que me quería tanto como yo a él. Cuando se separó, no dijo nada e hizo como si fuera a irse pero antes de que pudiera hacerlo le tomé del brazo, dejando en su mano la hoja de papel que llevaba conmigo.

Tenía la esperanza de que lo leyera, era mi última opción.

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“Tu presencia es el cielo.
Tu ausencia un desconsuelo.
¿Vida a tu lado?, mi deseo.
Por favor, déjame continuar junto a ti éste paseo.

Quizás no tenga razón.
Pero eres quien tocó mi corazón.
Y si no formo un esquema perfecto.
No importa, te quiero y lo acepto.”

Park JiMin.

Le dio vuelta al papel y vio su número de teléfono celular, acompañada de un “Si cambias de opinión, estaré esperando tu llamada.”

Jeon guardó la hoja de papel en el bolsillo delantero de su pantalón y comenzó su turno de trabajo.

—Por qué es tan complicado.— murmuró Jeon.

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Disculpen la tardanza, estoy en exámenes finales y se me hace complicado escribir porque no tengo tiempo. Pronto tendrán actualizaciones más frecuentes.
Gracias y besos.