»Mensaje.

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Capítulo 3.


Ahí estaba Yoongi, sentado en la esquina de su cama mientras abrazaba sus propias piernas sin parar de llorar. Nunca. Nunca antes lo había visto llorar, sé que es humano y llora pero siempre se esconde de tal manera que nadie lo ha visto llorar antes. Su madre decía que desde pequeño es así.

Me acerqué lentamente, no sabía que hacer. Él escondía su rostro sobre sus rodillas y no podía verle. Moría por saber qué le pasó.

Yoongi... Qué ocurrió.

Me senté sobre la cama y repasé la habitación detenidamente. Marcos de fotos rotos, papeles tirados por todas partes, un camino de sangre hasta el espejo y en éste un mensaje.

"Siente lo mismo que yo."

-Yoongi, dime que pasó aquí. Puedo ayudarte.-le dije al borde de la desesperación, en serio moría por saber qué había ocurrido aquí.

-No Jimin, ya lo entendí. Me iré de aquí pero prometeme que buscarás ayuda.-la voz quebrada de Yoongi resonó en mis oídos.

-¿Qué estás diciendo?-no podía entender nada, él se quiere ir de la casa pero, ¿qué es todo esto tan de repente?

-Solo busca ayuda, te lo pido.-terminó de hablar y rompió en llanto, no pude soportar más y me acerqué a él para poder elevar su rostro; segunda impresión que me llevo. El rostro de Yoongi estaba lleno de moretones, sus ojos me veían de una manera completamente distinta. Acaso era, ¿pena?, ¿tristeza?, ¿miedo?

Solté su rostro y me puse de pie rápidamente, las cosas comenzaban a encajar en mi cabeza y la ira se comenzaba a agrupar en mis entrañas. Miré el espejo por última vez, miré a Yoongi y salí de si habitación yendo rápidamente a la mía.

No, no puede ser posible. No puede ser posible que mi yo malo haya venido a mi propia casa a pegarle a mi Yoongi, ¿cómo podría atreverse?

Miré de reojo el espejo, no quería ir pero a la vez sí. Tenía tantas ganas de romper su cara con mis puños. Pero dije que no volvería allí y debo aprender a cumplir. Ahora Yoongi creía que yo estaba loco, me tiene miedo. Perdió toda la confianza que teníamos, ahora cree que soy capaz de golpearlo cuando nunca me atrevería a ponerle un dedo encima.

Maldije en voz baja y quise pegarle al espejo pero solo salí del baño, cerrando fuerte la puerta. Me recosté en mi cama a pensar sobre lo ocurrido. ¿Por qué él haría algo así? ¿Qué razón tiene para venir de su "mundo" al mío y golpear a mi mejor amigo? ¿Qué se supone que quiere expresar con ese mensaje en el espejo?

Di vueltas en la cama mientras pensaba, ni el techo ni las paredes me ayudaron a encontrar una respuesta a esto. Solo había una opción, debía ir allí. Sin más, me puse de pie y fui hasta el baño. Hice lo mismo de siempre y cuando abrí mis ojos estaba justo frente a mí, mi otro yo. Di dos pasos hacía atrás debido a la impresión.

-Te estaba esperando. Sabía que vendrías.-su tono de voz, frío y burlesco. No me daba buena espina.- ¿Qué pasa? ¿Te has quedado sin voz?

-¿Por qué has hecho esto?-fue lo primero que salió de mi boca, tenía muchísima curiosidad de por qué había venido a golpear a Yoongi.

-Diversión, quizás.-soltó una carcajada y fue a sentarse en el sofá que no estaba muy lejos, cruzando sus piernas.- ¿Alguna otra pregunta?

-¿Te parece divertido hacerte pasar por mí?-estaba molesto, él se toma las cosas como si fueran un juego cuando realmente no lo son.

-No me hago pasar por ti, soy tú.-su sonrisa, esa sonrisa de lado que provocaba que la piel se me erizara, sin duda alguna es completamente diferente a mí. Él es alguien macabro.

-Te lo advierto, no quiero que vuelvas ni mucho menos que toques a alguien que amo.-con esa amenaza lo dejé pues cerré mis ojos antes de que pudiera hablar y al abrirlos ya estaba mirando el espejo nuevamente.

-Jimin... ¿Qué estabas haciendo?


Era Yoongi, estaba justo a mi lado mirando el espejo.

Disculpen la tardanza, la inspiración no estaba a mi favor. Agradezco a quienes comentan y votan. Se ganan todo mi amor; besos.

Malum »jikook«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora