» Déjame en paz.

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Capítulo 11

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-¿Cuándo piensas regresar a la casa con Jimin?- preguntó HoSeok a Yoongi. Ambos se encontraban dando un paseo por la ciudad y el tema simplemente salió. El semblante de Yoongi cambió por completo luego de la pregunta.

-Oh, eso. No lo sé, la estoy pasando bien con mi familia.- mintió, sus padres ya le estaban prácticamente echando de casa pero no lo diría, aunque eso le costara dormir bajo un puente.

-Quedémonos ésta noche en su casa, venga.- un animado Hoseok propuso tal idea y eso para el Yoongi de hace unos meses hubiera sido una excelente idea.

-¡N-no!- la sonrisa se borró de los labios de Hoseok al escuchar la negación de su amigo, el que nunca se separaba de Jimin.-Quiero decir, tengo una cena con mis padres.

-Vamos, puedes posponer eso.- Hoseok intentaba convencerlo, pareciera como si realmente quisiera que pasaran otra vez tiempo junto los tres; como fue durante sus años de adolecencia.-Además, hace mucho tú y Jimin no se ven.

Y ese era el problema, Hoseok no sabía nada de lo ocurrido entre Yoongi y Jimin.

Yoongi negó con la cabeza, queriéndole dar a entender a Hoseok que le era imposible su idea y que no podría. A lo que Hoseok respondió con insistencia mientras hacia todo tipo de muecas y tiraba del suéter de Yoongi.

-Vale, acepto pero deja de tirar de mi suéter que es nuevo.- terminó por gruñir Yoongi y Hoseok quedó con una hermosa y gran sonrisa en sus labios.

Esa noche podrían darse el lujo de revivir momento del pasado. Pasado que les hizo tan feliz a los tres.

-Jimin, ¿dónde estás?- Hoseok habló por el teléfono móvil luego de haber marcado el número de su amigo.

-En la casa, ¿por qué?- preguntó Jimin algo extrañado.

-¡Pues no te muevas de ahí que vamos para allá!- exclamó HoSeok antes de cortar la llamada y continuar su camino junto a su amigo de baja estatura.

- - - - - -

¿Vamos para allá? ¿Acaso Hoseok traería compañía?

Podria ser que Hoseok viniera con JungKook, estos dos se habían vuelto muy unidos.

Y yo estaba feliz ante eso, claro.

Recogí un poco la casa, pero solo un poco. No era como si todo estuviese regado ya que suelo ser muy ordenado.

Pasé por mi habitación y guardé mi libreta con poemas, seguro cuando llegara Hoseok lo primero que haría si entra en mi habitación es leer los poemas. Y yo últimamente estaba escribiendo poemas muy personales.

Cerré la gaveta con llave y ésta la escondí en el bolsillo de mi pantalón. Antes de salir de mi habitación miré la puerta del baño. Joder, ojalá no venga mientras estén. Me dije a mi mismo y salí de allí. La puerta de la habitación de Yoongi estaba media abierta y con el ceño fruncido me atreví a abrirla por completo.

-¡Hola!- su voz retumbó en mis oídos y lo vi ahí con una gran sonrisa que no abandonaba su rostro. Señaló el espejo de la habitación y yo por inercia miré. El mensaje que había sido escrito con la sangre de Yoongi continuaba ahí. De hecho, todo estaba como Yoongi lo dejó. Roto y desordenado.-Que bonito se ve eso ahí, ¿no?

Malum »jikook«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora