Y Solo Yo Para Mí

3°. Mi nueva ventana

Dormí como dos horas. Que me pasa? Estoy muy dormilona aunque en verdad el viaje fue muy larga y de mucho cansancio.

Me incorporo y voy hacia lo que es el baño, creo. Abro la puerta de poco a poco y logro ver que si era el baño. Entro en él y solo me veo al espejo, uno grande que estaba en la pared. Me gustaba esta nueva casa, era espaciosa aunque acrecentaba un poco mi soledad pero, como siempre, me acostumbraría.

Después de verme al espejo y quitarme la ropa para bañarme solo estoy en ropa interior. Vuelvo al espejo y me veo, en realidad estoy muy delgada pero no delgada bueno, un delgado... un tanto enfermizo.

Solo lo ignoro y prendo la ducha para que el agua se caliente, lo que más anhelaba ahora era una ducha caliente, después buscaría que comer.

Que bien se siente el agua por mi piel... Se me hace una sonrisa improvisada en el rostro y solo me quedo debajo de la ducha.

Al acabar salgo muerta de frío, agarro la toalla y me envuelvo en ella. Me sentía mucho mejor después de esa ducha. Salí con la toalla enroscada en mi cuerpo pero cuando oigo un silbido lejano me doy cuenta de que las paredes son ventanas completas y dan hacia un lado de la calle y, para colmo, hay alguien en la casa del frente viéndome, un muchacho creo. Corro a las cortinas para cerrarlas y casi me caigo por el piso mojado. Dios, que pena.

Ya vestida bajo a la cocina donde quiera que esté ya que no conozco la casa para comer algo.

Trato de no pensar en el muchacho y concentrarme en los pasillos que curso para no tener que volver a recorrerlos después.

Me ha costado encontrar la cocina y descubrí primero la sala, el comedor, el jardín y el cuarto de invitados, hasta el cuarto que usa mi papá para trabajar pero al fin lo encontré.

Me preparo un sándwich ya que es la opción más fácil que veo y me lo zampo ya que tengo un hambre voraz.

Al rato oigo a mi mamá llamarme desde algún lado de la casa mientras me leía Hush Hush acostada en mi cama...