4 paredes, una verdad y una nueva vida©

Capítulo 4: ¿Ashley?

-¿La hija de la embajadora?-cuestiona Frank.

-Si, en la zapatería. Sabes es muy..linda-digo con sarcasmo.

-Tiene un temperamento algo insoportable-

-¿Algo?-

Frank sonríe y conduce hasta la cafetería en donde dejamos a Rebeca.

Rebeca sube y se ve molesta. No se que le paso.

-¿Porque insultaste a Ashley?-

-¿Quien es Ashley?-no se ni quien es.

-La hija de la embajadora, ¿porque la insultaste?-

-Ella empezó y no me iba a quedar callada-

-Sabes el escándalo que provocaras a tu padre, eres una inconsciente-

-Pues la embajadora debería de educar  mejor a su hija-

-¡Grosera!-exclama. Ruedo los ojos, bajo del carro en cuanto llegamos a la gran casa.

-¡Deshia, ven aquí!-me llama Rebeca.

La ignoro y sigo caminando. Me topo con Liam.

-¿Porque hay gritos?-

-Pregúntale a tu madre-

Llego a mi cuarto y me encierro. No soportare mucho tiempo aquí.

***

-¿Que paso madre?-me acerco a ella.

-Pues que la hija de Alfred insulto a Ashley-

-¿La insulto? pero no la conoce-

-Lo hizo en la zapatería-

Trato de evitar reírme. Así que ya se conocieron.

-¿Por eso tanto alboroto?-

-Su madre es mi amiga,¿que querías que hiciera?, ¿decirle que solo fue una tontería?-

-Tal vez-

-¡No soporto a esa niña!-

-Ni siquiera la conoces-

-¿Tu si?-se va al despacho. Ira a decirle a Alfred.

No la conozco muy bien pero se que no es mala chica. Pero mi madre no piensa eso.

Este año será algo tedioso y divertido.

***

Tocan la puerta.

-¡Largo!-grito.

-Soy yo, Alfred-

-Pasa-

Me quedo sentada en la cama viendo un programa.

-¿Paso algo de lo que quieras contarme?-se sienta en el borde de la cama.

-Yo creo que tu linda prometida ya te lo dijo, si no no estuvieras aquí o me equivoco-

-Cierto pero quiero que me lo digas tu-

-Estaba escogiendo zapatos y oí que alguien gritaba, voltee a ver y era la hija de la embajadora. Insultaba a la chica de la caja, le dije que si me dejaba pasar y empezó a decirme de cosas-continúo-Me llamo pordiosera y no me quede callada, empezamos a discutir, para cuando se fue me dijo que las pagaría caro-

-¿Es todo?-

-Si y tu prometida me empezó a regañar como si tuviera 5 años-

-Se que no te debe ser nada fácil asimilar todo esto-dice.

-¿Lo crees?-pregunto sarcástica.

-Pero hay que tratar de llevarnos bien-

-¿Para que? ¿Para que no quedes en ridículo, como me ha repetido Rebeca desde que llegue?-

-No, no me importa quedar en ridículo-

-Sabes, ya no tengo 5 años-

-Lo tengo claro-

-Pues lo dudo, tu prometida tiene razón, mientras yo este aquí seré un escándalo para ti-

-No digas eso hija-

-Es la verdad, ya no quiero estar aquí. Quiero irme a casa-

-Estas en casa-

-Con mama-digo.

-De acuerdo, si eso quieres se hará, pero dame una semana mas, déjame demostrarte que no eres un problema-

Lo pienso.

-Una semana-

-Se me olvidaba decirte-dice alegre-Mañana inicias la escuela-

-¡Que!-exclamo.

-Nos vemos mañana-dice y se va.

-Pero...-

¡Fantástico! La escuela. Seré el bicho raro en ella.

Enseguida tocan la puerta y Susy se asoma de ella.

-Sus bolsas, señorita-

-Oh, Gracias-digo. Me paro y la ayudo, son bastantes bolsas.

Susy se va, le dije que yo arreglaba las cosas. Ella asintió al ultimo. No quería.

Arregle los zapatos, la ropa y los accesorios, mi tienda particular ahora si se ve como una.

Regrese a ver la televisión un tiempo mas. Dada las 7, baje a la cocina en busca de algo que comer, tengo hambre. Pase por el comedor y oí un quejido que atrajo mi atención.

-Llegas tarde-dice Rebeca. Ella, Alfred y Liam están en la mesa cenando.

-No sabia que habría cena-dije.

-Descuida, siéntate-dice mi padre.

Me acerco y me siento a un lado de el, quedando frente a Rebeca. Liam esta a lado de su madre.

-¿Que tal te callo Ashley?-me pregunta Liam y veo que su madre casi se atraganta.

-No muy bien-admito.

-Me imagino-dice.

-Liam-reprende Rebeca-Es hora de cenar no de estar platicando-

-Deshia-habla Alfred.

-¿Si?-

-Frank te llevara a ti y a Liam, mañana a la escuela-dice.

-Pero...¿voy a llevar uniforme?-odiaría hacerlo.

-No, ropa casual, puedes ir como quieras-sonríe.

-De acuerdo-digo, que alivio.

Terminamos de cenar, la cena fue algo extraña. Rebeca solo veía como cenaba y me decía que me faltaba modales. Solo la ignore.