Capítulo 39: ¡Al fin!

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El beso aumenta su intensidad

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El beso aumenta su intensidad. Siento las manos de Liad en mi espalda y en mi cabello atrayendome mas hacia el. Yo mantengo mis manos en su pecho.

No quiero que termine. Una explosión surge en mi estomago. Nuestros labios se mueven.

Nos separamos recuperando la respiración. Liad me ve con ternura, sonrió pero...me separo de golpe.

El frunce el ceño confundido.

-Esto...fue un error-

-Nada de eso-dice y se para de la cama. Con su mano sostiene la mía.

-Si...yo...tu...tienes novia-casi me derrumbo al decirlo.

-No Deshia, ya no salgo con Ashley-

Sonrió y un brillo resplandece en mis ojos. Eso...es genial. Mi sonría se expande y abrazo a Liad, el me corresponde el abrazo, me toma en su brazos.

Soy feliz al escuchar eso. Su mentón cae en mi cabello. Aspire su varonil aroma. No quiero que este momento termine.

Nos despegamos y el me toma de los hombros, observándome detenidamente.

-Eres hermosa y no, no estoy ebrio- sonríe y yo sonrió.

-Crei que si- sonrio.

El me mira divertido y se inclina para darme un pequeño beso en la frente. Y...baja sus labios hasta los mios.

Me siento en las nubes.

Nos separamos cuando oímos que alguien entra. Vemos a Liam y tratamos de actuar normales.

-¿Interrumpo algo?-pregunta Liam divertido.

-Nada...yo ya me iba- Liad me da una ultima mirada y se va.

-¿Y?-sonrie picaron.

-¿Que?-

Entrecierra los ojos y sonríe.

-¿A que debo tu visita?-cambio de tema.

-No cambies el tema, se que tu y Liad tienen algo-

-¿De que hablas?-sueno incrédula.

-No te hagas pero si no quieres contarme bien. Pero cambiando de tema...tu mama quiere verte, abajo- hace una mueca, ya debió de haberle reclamado a Rebeca.

Asiento. Liam se va...a no se donde y yo bajo buscando a mama.

-¡Tiene que comportarse como la hija del presidente y no como una joven rebelde!-reconozco esa voz, es Rebeca. Están en el despacho.

-Mi hija no tiene por que cambiar su forma de ser- esa es mi mama.

Me acerco mas.

-Alfred di algo- espeta Rebeca.

-Rebeca tiene razón, Deshia debe portarse a la altura-

-¿Para eso querías tener a tu hija aquí, para no aceptarla como es? Si es así, nunca debió de haber venido-

Tomo la perilla y entro justo cuando papa iba a hablar.

-No pienso ser alguien que no soy. Si no me aceptas como soy, lo siento papa pero no voy a cambiar solo porque de repente alguien te dijo y tu aceptaste- digo -Si ese es el caso, mejor tomamos nuestras cosas y nos regresamos a casa, así no seré un problema para ti. No tendrás que preocuparte de que te avergüence frente a todos- finalizo. Mama se ve algo sorprendida. Rebeca no se con certeza y papa solo me observa.

-No eres ningún problema ni ninguna vergüenza para mi. Eres mi hija y te quiero-

-Bien...tratare de dar lo mejor para ser quien tu quieres que sea. Lo intentare pero no pienso tomar clases-miro se reojo a Rebeca.

-Es necesario- observa a papa.

-No es verdad y mi hija no tiene por que hacerlo- mama me defiende y una sonrisa se muestra en mis labios.

-Pero...-

-Deshia hará lo que pueda- interrumpe mi madre a Rebeca.

-Que así sea-dice mi padre asintiendo.

-Gracias-digo-Los dejo...tengo que...ser una buena hija-guiño un ojo y salgo.

Ese enfrentamiento entre Rebeca y mi madre fue interesante. En el aire flotaba la tensión y la molestia de Rebeca, al ver que no hice lo que ella quería.

Camino al jardín.

Me siento en el sillón mecedor y me empiezo a meser. Con los pies empujo el césped. Ya que se mueve mas rápido. Me acomodo en flor de loto y dejo que el aire me pegue en la cara y dejo que eleve mi cabello de mis hombros.

Siento que vuelo-es imposible-pero siento que es verdad.

No puedo creer que al fin Liad haya admitido su amor hacia mi. Me siento bien. Ahora se que el también me ama, como yo a el.

4 paredes, una verdad y una nueva vida© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora