Capítulo 9

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Una vez que Itona se retiró a su casa, Hiro volvió a su cuarto para recoger las cosas necesarias. Al parecer, los tres se juntarían antes de la pelea de robots. Además, si lograba llegar temprano, podría comenzar a crear sus propios robots para ayudarlo a pelear. El pelinegro sonrió para sí mismo mientras armaba una pequeña mochila y tomaba una campera antes de escabullirse por las calles, hasta la plaza en la que conoció a Itona. Este le había prometido indicarle como llegar, hasta llevarlo el mismo ya que Hiro no había logrado encontrar la casa del castaño por sí mismo.

Una vez en la plaza, miró alrededor en busca de algún signo de que el chico llegaría pronto. Se sentiría aliviado si Itona no se olvidaba. De repente, un par de brazos se enroscaron alrededor de su cintura.

-Adivina quién soy...-Le murmuraron cerca de su oreja.

Esto hizo que Hiro se alejara de golpe, preparándose para golpear a su agresor. En cuanto notó quien era, su expresión se relajó. Golpeó el brazo de Itona levemente.

-Imbécil...

Una amplia sonrisa se plasmó en los labios del castaño, quien simplemente se encogió de hombros. Comenzaron a discutir sobre temas sin sentido mientras avanzaban, principalmente sobre los distintos materiales que podrían usar para crear los planes que tenía Hiro en su cuaderno.

-Ah, llegamos...-Susurró Itona mientras abría la puerta. Ambos entraron a la pequeña casa apartada del centro de la ciudad.

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