Capítulo 12

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Todos gritaban eufóricos a la pareja de luchadores. El joven logró golpear con suficiente fuerza la cara de su competencia como para romper el cristal que cubría sus ojos. La mejilla de Ristu comenzó a sangrar, y algunos cristales rozaron su ojo. Un gruñido escapó de sus labios. Luego, tomó el brazo del chico y lo torció para poder tirarlo al piso. Tomando la oportunidad, contuvo al otro y lo golpeó en el estómago. Ritsu se las estaba arreglando para devolverle el dolor al primo de Mark. Un par de puñetazos más y lo dejó sangrando e inconsciente. Mientras algunos se encargaban de cuidar del herido, otros celebraban a la ganadora. La derrota causó que varios perdieran las apuestas, mientras que otros reían victoriosos.

-Ya te estabas tardando demasiado...-Itona soltó una risa y palmeó la espalda de la ganadora. Esta le sacó la lengua.

-Es momento de celebrar. ¡A la casa del imbécil!

-¡Espera, yo no dije que podían...! –Soltó un suspiro- Bien, bien... vamos.

Hiro soltó una risa y cuidadosamente se colocó al lado de la chica de cabellos coloridos. Ella sonrió antes de guiñarle a Itona. Este asintió, y con ayuda de Saya, levantaron a Hiro y cargaron parte del trayecto. El pelinegro soltaba varios gritos de terror, pero lentamente se relajó.

Todo esto es para olvidarlos... Tadashi, GoGo, Fred...

Si... es verdad. Tengo que olvidarlos.

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