Capítulo 16

956 52 11
                                    

Hiro abrió los ojos al sentir como los rayos del sol acariciaban su rostro. Giró su cabeza lentamente, enfocando sus ojos para encontrarse con una vista peculiar. Un cuarto blanco, con nada para adornarlo a parte de unas finas cortinas. La bombilla que colgaba del techo titilaba levemente, alumbrando una pequeña parte de la habitación y se movía de un lado a otro. Trató de sentarse pero algo lo detuvo. Sus ojos se movieron hasta sus muñecas. Estaba encadenado a la cama, cintas de cuero sosteniéndolo fijamente. Sus pies y cintura también estaban restringidos, mientras que tenía una aguja pasando medicamentos por sus venas. Soltó un grito de desesperación.

-¡Despertaste! –La puerta se abrió, revelando una alta silueta- Hiro... te extrañé tanto.

Hiro se congeló. Tadashi se encontraba sano y salvo, parado frente a sus ojos. Su pecho se inflaba levemente al inhalar, mientras que su rostro mostraba cansancio. Se acercó cautelosamente.

-¿Q-Qué está pasando? ¿Por qué estoy atado?-Hiro musitó- N-No deberías estar vivo...

-Déjame explicar...-Tadashi suspiró- Estuviste alucinando. Cass trató de advertirte varias veces, pero siempre la ignoraste. Siempre que GoGo o incluso yo me acercaban, huías de nosotros. Lo mismo va con el resto de mis amigos. Fred es el único que recuerda haber sido capaz de mantener contacto visual contigo. Nos hemos preocupado demasiado por tus actitudes. Evitando comer, dormir, escapándote, gritando, siendo violento...

Tomó una bocanada de aire.

-Eres inestable, Hiro. No saben por qué estas actuando así, pero debes quedarte en este hospital psiquiátrico.

-¿Cómo...? No, de ninguna manera, Suéltame. No eres Tadashi, eres uno de ellos. Déjame ir... ¡Déjame ir!

Tadashi dejó a su hermano menor gritando mientras salía de la sala, sellando la puerta. La culpa lo consumía mientras se acercaba a su tía y al doctor de Hiro. El pelinegro tendría una larga estadía en ese hospital.

---

-Así que...-Itona sonrió complacido- ¿Demencia, inestabilidad mental, entre otras cosas?

Labios entreabiertos y ojos cerrados, Hiro trató de tranquilizarse. No quería ver a uno de los dueños de las voces. A una sombra.

-No me ignores, Sombra no estará feliz con esto. Ya sabes. El jefe, nuestro rey de las pesadillas. Nadie te creerá, tu verdad es simplemente una locura. –Una sombra emergió junto a este- Ni los guardianes pueden salvarte esta vez.


Nota:

*Cuando haces un final tristemente estúpido pero perdiste el final original*

Ahr, bueno. Gracias a todos los que leyeron esta corta historia. Les estoy eternamente agradecida<3 Espero que la disfrutaran, las quiero!

Ice

NightmareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora