Capítulo 10

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El silencio reinaba en el hogar del joven de cabellos castaños. Al parecer, el joven vivía solo. Hiro, quien examinaba la casa con asombro, casi se tropieza con algunos materiales que había en el piso. Había piezas de robots e inventos fallidos esparcidos por todas partes. Más que una casa, daba el aspecto de un laboratorio casero.

Luego de pasar el desorden inicial, llegaron hasta un pequeño salón con sillones y una mesa de café. El pelinegro se sentó en uno de los sillones y sacó su cuaderno. Itona se acercó desde atrás y miró a las anotaciones mientras recostaba su codo sobre el respaldo.

-Ah, tengo ese material en mi cuarto... ¿Quieres empezar ya?

Al ver como el chico asentía, Itona se puso de pie y caminó lentamente hasta su cuarto para volver con un par de herramientas y los materiales necesarios. Hiro sonrió antes de tomar un destornillador y comenzar a trabajar con el circuito principal.

-Dime... –Despegó sus ojos de su trabajo por un segundo- ¿Vives solo?

-Ah...-Itona suspiró, desviando su mirada del otro joven- Si, desde hace unos años. Mis padres murieron y no tengo hermanos o hermanas.

El pelinegro se congeló. Lentamente, volteó para mirarlo cara a cara. Dejó el destornillador sobre la mesa y se mordió el labio inferior de manera nerviosa.

-Lo lamento, no tenía idea.

-Está bien, tengo a...-Antes de que pudiera continuar, unos fuertes golpes lo interrumpieron. Pasaron unos segundos antes de que Ritsu entrara a la habitación, acompañada de tres personas más.

-¡He llegado! -Gritó la chica alegremente- ¡Y traje a los demás!

-Oh, lo había olvidado. Ritsu sabe cómo colarse por la ventana.

Hiro la miró atónito. Ella le dedicó una sonrisa antes de sentarse en uno de los sillones junto a Itona. Las personas con las que había venido comenzaron a charlar animadamente. Había una chica de alta y rubia, mientras que un chico de su misma altura y apariencia similar la seguía. La tercera persona era un chico pelirrojo y abundantes pecas, más un par de lentes. Ritsu se percató de como Hiro los miraba de reojo y decidió presentarlos.

-Ah, lo siento. Este es Hiro, todos... -Apuntó al chico para luego hacer lo mismo con la rubia y al chico junto a ella- Esta es Saya y su gemelo Kei. Ese de ahí es Mark.

-Es un placer...-El pelinegro murmuró.

Saya sonrió levemente antes de sentarse junto al pelinegro, un brazo enroscado alrededor de su cuello. Kei rodó los ojos y giró hacia Ritsu para charlar. Mark, en cambio, decidió prestarle atención a Hiro.

-¡Estamos bastantes interesados en ti!

-Claro, escuchamos muchas cosas sobre tus peleas.-Saya sonrió y se inclinó hacia delante.

-Más distancia,chicos.-Itona los empujó a ambos- Parecen desesperados.    

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