Hacía ya horas que mis dos compañeros de juegos se habían ido, y aún seguía pensando en todo lo que habíamos hecho.
¡Qué noche más maravillosa!
Era de madrugada y aún no podía dormir, además no había nadie en mi casa, mis padres me habían llamado diciendo que se iban una semana con mi hermano a ver a la abuela, era raro que se fueran sin mi pero tampoco me importaba mucho.
Escuché un ruido y me desperté, alguien estaba en la cocina.
Me levanté, ya eran las cuatro de la tarde y me acerqué a ver que pasaba.
Cuando entré vi a mi vecino y la Sulli tratando de cocinar algo que parecían macarrones.
Acabamos de cocinar y nos sentamos en la mesa y me contaron todo lo que había pasado el día anterior:
-Yo salí corriendo detrás de la Sulli, llegamos a un parque que hay cerca de instituto y estuvimos hablando, tras un rato sentados decidimos volver al instituto, donde parece que todos se habían vuelto locos...
