En el banco, en el supermercado, en la farmacia. En la verificación vehicular, en la entrevista de trabajo, en los tacos del "güero". Filas desesperantes para atenderte en el "matasanos". Y es aún más jodido el asunto, si te atiendes en el servicio público. Hileras inacabables en el parque de diversiones: puedes chutarte tu "Tv y Boberas" a toda madre, mientras esperas pacientemente por tu dosis de adrenalina que se te consumirá en lo que te avientas una meada. Filas intolerables: para certificar el nacimiento de tu hijo, tramitar tu inscripción escolar, para evitar que "el chamaco te agüite la vida alegre". Si sus papás te están chingando con que tu arrejunte necesita firma...sí, tienes que hacer trámites y en consecuencia formarte. No basta que lo sepas, que lo lleves tatuado en el tuétano y en la tatema. No importa si aún no lo digieres. Debes obtener un pinche papel que te escupa en la jeta, inmisericorde, que tu familiar ha pasado a mejor vida. Y sí, para tenerlo debes esperar y esperar...y volver a esperar.
No importa qué es lo que quieras, solicites o necesites. Siempre habrá alguien delante de ti, y otro delante de él...y uno más adelante del otro. En la tienda de la colonia, en la tortillería, con el estilista. Para ver una película, entrar al antro, cogerte a la mejor puta de la casa de citas. Darle nuevas medidas y formas a tus tetas, aligerarte las penas con el "psico-loco", tirar el "miedo" en un baño público. En la base de taxis, en la taquilla del metro, en la central de autobuses. Si le quieres exigir pensión al hijo de puta que, apendejado por el bizcocho que se anda comiendo, ya olvidó que tiene hijos. Sí, exacto...un puto trámite más acompañado de su detestable fila.
En la nevería, en el cajero, en hacienda. Para donar sangre, para asistir al concierto, para entrar al estadio. Para tomarte fotos, para obtener la puta credencial para votar, para saber si "estás limpio". Para tirarte del tobogán en el balneario, para ver "especies invisibles", que se esconden fastidiadas con tanto tumulto, en el zoológico, para la vacuna antirrábica de tu mascota. En el museo, la exposición, la visita conyugal. En el teatro; para obtener cualquier subsidio, adquirir becas escolares...todo es un trámite de mierda y una pija fila.
En el seguro social, en la lechería, en la carretera de cuota. En la iglesia, para echarte a las tripas el supuesto cuerpo de Cristo. Si quieres ir a ver a la Virgen morena un 12 de Diciembre a la Basílica. En un Oxxo, antes de que se termine el encanto, poco antes de medianoche. En la cooperativa del colegio, en la entrada del parque nacional, al surtir la lista de útiles escolares. En el embarcadero, en la fiesta de barrio, en el confesionario. Para hacerte de tu pasaporte, licencia de conducir, la maldita cédula de identidad. Si al morir tengo que formarme, definitivamente entre cielo e infierno prefiero el limbo... a menos que también esté muy solicitado.
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Historias e histerias (en retazos)
NouvellesEn palabras de algunos de mis lectores: Carajo!!! si que me has sorprendido manito. Híjole que texto!!! Ya me quede sin puta de palabra que decirle: Bueno, "O" pues. Jajajaja me he reído demás güey con este pinche aprendiz de poeta jajaja. Si hasta...