Me esforcé para dejar de pensarla constantemente. Me olvidé de sus ojos. Dejé atrás sus besos, sus caricias, su sonrisa y los formidables hoyuelos de sus mejillas. Me armé con todo mi valor y deseché todos los recuerdos, los bellos momentos, tiré al olvido hasta los ricos polvos que nos aventamos. Ha pasado el tiempo, y sin embargo hay algo que aún conservo... viene, se va, es intermitente... ¡Carajo, esta pinche pústula en la ingle, sinceramente, ya me está preocupando!
(Algunos segundos removiendo los escombros de la memoria)
--¡Maldita sea!, ahora recuerdo que cuando me lo confesó, según me dijo que con él se protegía... ¡Sí, cómo no!
(Un nudo de improperios atropellándose con toda la intención de ser gritados reprimidos a lastimosos murmullos)
--No dudo ni tantito que lo mismo le inventó a ese güey...
(Blasfemias y otras maldiciones silenciadas previas a una cara más que apendejada reflejando preocupación que raya en turbante alarma)
--¡Me lleva la chingada!, igual y ese cabrón también se andaba cogiendo a otra vieja... igual y esa vieja también se andaba cogiendo a otro cabrón... igual y... ¡Puta madre!
(Las manos inquietas saliendo de los bolsillos del pantalón se entrelazan recargadas sobre las rodillas y sostienen la frente palpitante... de ahí a la cabeza, aferrándose desesperadas, enmarañando aún más el cabello)
--Y, ¿ahora?...
(Relativa calma después de la tempestad)
(Reflexión psicoemocional supresora pos canturreo, con miras a menguar el aturdimiento)
--Yo no olvido al año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas yo no olvido al año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas...
--Me dejó... el reconocerme como alguien abierto. Así que espero que la próxima vez que me hagan partícipe de un triángulo amoroso me lo digan con toda la honestidad del mundo. ¡Pero, qué necesidad!, diría San Juangrabielito, no hay porque andarle viendo la cara ni estafando a nadie, todo es hablarlo y puede resultar una experiencia muy enriquecedora y estimulante además de muy divertida para la tríada de carne... incluso se puede adherir a otra fémina y, como dice ese gran pensador ¡Felices los cuatro!, ¡Un póker a toda madre!
(Sonrisa idiota que acaricia y da palmaditas a mi consuelo)
ESTÁS LEYENDO
Historias e histerias (en retazos)
Historia CortaEn palabras de algunos de mis lectores: Carajo!!! si que me has sorprendido manito. Híjole que texto!!! Ya me quede sin puta de palabra que decirle: Bueno, "O" pues. Jajajaja me he reído demás güey con este pinche aprendiz de poeta jajaja. Si hasta...