Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La noche ya había caído en la ciudad de Gotham. Y tú saliste a dar una vuelta por la ciudad vestida para la ocasión.
De edificio en edificio observabas a la gente caminar por las aceras y a los coches circular por las carreteras. Te posaste en la punta del edificio más alto que encontraste y dejaste que el viento acariciara tu rostro.
Ya después de un tiempo decidida a volver a casa, una conocida figura se hizo presente a unos treinta metros delante tuya sin darse cuenta ni siquiera de tu presencia. Pero sabías perfectamente quien era. Observabas como su capa se movía lentamente gracias a la brisa de medianoche. Se le veía concentrado. ¿Qué estaría pensando Batman en este momento?
Te fuiste acercando poco a poco a él, hasta quedar de cuclillas a su lado.
—Sabía que ibas a venir —te dijo sin mirarte con su personificada gruesa voz.
—Ya, bueno. Suelo venir mucho por aquí siempre que vengo a Gotham —dijiste sonriendo sin perder tu compostura.
—¿Nunca has pensado, que sería de Gotham sin nosotros? —preguntó serio.
—Estoy segura de que estaría mejor sin mí, por si lo has olvidado -te levantaste poniéndote en frente de él para que te mirara.— Pero sin ti, Gotham estaría reducido a cenizas.
—Tú no eres una villana. Muy en el fondo sé que no eres así. Confío en eso. Y puede que tengas razón en cuanto a lo de que Gotham ahora mismo sólo sería un recuerdo si yo no estuviera ahora aquí siendo Batman —te miró ahora a los ojos—. ¿Por qué eres así?
—¿A qué te refieres con eso? —arqueaste una ceja.
—¿Por qué robas? ¿Por qué ayudas a personas como el Joker o Poison Ivy? ¿Por qué? —finalizó.
—Simplemente hago lo que hice desde siempre. Lo que aprendí de pequeña. No tuve unos padres que me cuidaran y me enseñaran a ser una adulta hecha y derecha, yo les daba igual. No tengo ningún recuerdo en el que no fuera yo la responsable de mí misma -ahora fuiste tú la que lo dejaste de mirar.
—Puedes cambiar, (T/N). Te puedo ayudar —se acercó a ti.
Dirigiste tu mirada hacia él y te diste cuenta de sus intenciones. Ya habías cometido el mismo error una vez, no lo volverías a cometer.
—¡NO! —gritaste sacando tus uñas—. ¡ALÉJATE, WAYNE! —Bruce se separó de ti sorprendido.
—¿Qué pasa?
—¡No volveré a caer en tus redes! Solamente me intentas cautivar para que sea uno más de tus juguetes de recreo. ¡Caí una vez, y no cometeré ese error de nuevo nunca! —hiciste el amago de irte pero Bruce te cogió la mano.
—Si te refieres a lo que pasó hace un mes en este mismo lugar. A mi no me pareció que fuera un error. No lo niegues, a ti tampoco. Siempre supe tu identidad justo al conocerte como Catwoman. Me empecé a interesar por ti desde que te conocí —confesó igual de serio quitándote las gafas de tu traje.
—Vaya —sonreíste—. No me esperaba esto de usted Sr. Wayne —cogiste a Bruce de la nuca, y estampaste tus labios con los suyos, algo que habías estado esperando hace mucho tiempo. Pasaste tu brazo por su cuello y lo acercaste más hacia ti. Sus manos viajaron a tu espalda y fueron bajando hasta tus caderas, las cuales él atrajo hacia si mismo sin pudor.
Os separasteis después de un largo tiempo y os mirasteis a los ojos.
—Si seguimos así, esto se convertirá en algo habitual —insinuó Bruce.
—¿No te parece gracioso? Hace unas horas tuvimos un encuentro en el que te amenacé con matarte y ahora estamos aquí besándonos —reíste volviendo a enredar tus manos en su cuello.
—Es gracioso si lo ves de esa manera —afirmó.
—Sí, pero si lo ves de otra forma, puede llegar a ser excitante —le susurraste suspirando en su oído.
—También —respondió mientras sacaba una de sus herramientas y salía como un rayo de allí, yendo de pared en pared.
—¿Desde cuándo se convirtió en Flash este? —reíste para ti misma—. Tendré que hablar con Barry, le va a quitar el protagonismo —soltaste una carcajada mientras dabas una voltereta en el aire y caías en otro edificio directa a la casa de tu hermano.
❀
—¿Dónde te habías metido, (T/N)? —preguntó Lex enfadado.
—He ido a llevar a Alison a su casa —sonreíste como una niña buena y el frunció el ceño.
—¡Ya, claro! —soltó una carcajada egocéntrica.— No sé si lo sabes pero... ¡Alison ven aquí! -gritó mientras tú le mirabas extrañada.
—¿Qué pasó Lexy-Beky? —apareció Alison en vuelta en sábanas frotándose los ojos.
Tu mandíbula cayó al suelo, no podías creer lo que estabas viendo.
—No, no, no, no, ¡no! —gritaste mientras negabas lo que estaba pasando—. ¡Venga ya! ¡Os dejo solos un momento y ya os acostáis juntos! ¡No tenéis arreglo! Sois los dos tal para cuál —llevaste las manos a tu cabeza.
—Bueno, Alison me cautivó durante la noche. Y cuando terminó la fiesta no pude resistirme e... —iba a seguir hablando pero lo cortaste.
—¡No me jodas Lex! Al comienzo de la fiesta no sabías ni su nombre. Voy a hacer como si esto no hubiera pasado así que Alison —la miraste sonriendo falsamente—. Vete, ya hablaré contigo mañana.
Alison asintió y subió la escaleras para ir a vestirse.
—Ahora me dirás dónde has estado. Por que a dejar a Alison a su casa si que no has ido. Tú me acabas de echar la bronca a mí, es mi turno —dijo Lex.
—Mmm... —pensaste nerviosa. Y de repente algo muy oportuno se te vino a la cabeza—. No te enfades pero, he ido a dar una vuelta junto a Bruce Wayne —bajaste la mirada.
A Lex se le iluminaron los ojos de locura y te agarró por los hombros
—¡Eso es genial! ¡Mañana haré otra fiesta e invitaré a todo el mundo, igual que hoy, incluido mi querido amigo Bruce! —dio un pequeño saltito—. ¿Te has acostado ya con él? —sonrió dejándote ver sus blancos dientes.
—Das asco —le miraste mal.
—Lo que tú digas. Vete a descansar, mañana será un día muy largo para ti y para Bruce —te recomendó.
Asentiste y fuiste directa a tu habitación. Dentro, te pusiste el pijama y apagaste las luces con intención de acostarte ya, pero un ruido proveniente del exterior te sorprendió. Te acercaste a la ventana rapidamente y la abriste para ver quien era. Instantáneamente una sonrisa apareció en tu cara. Era Batman.
Contenta y haciéndote la cursi, le mandaste un beso por el aire a lo que él sonrió de lado y se metió en su Batmóvil sin dejar de mirarte. Cerraste la ventana y te metiste dentro de la cama suspirando. Bruce te estaba empezando a importar demasiado.
