Capítulo 9: "Te necesito"

107 5 2
                                    

Otoño 2014

No tenía mucho tiempo para ver a mi novia, ya que estábamos de gira, pero cuando descansábamos un par de días (por suerte) nos veíamos. Mis ánimos no estaban demasiados altos como para discutir por cualquier cosa pequeña que a ella le desagrade, a mí me desagradan muchísimas cosas y no por eso me peleo con ella.

-Hey, ¿Qué es de ti? Estoy afuera de tu casa-. Le dije un poco serio a Ever por teléfono.

-Lo siento, estoy trabajando. ¿Todo bien, señor gruñón?

-¿Tu trabajo acaso consiste en quebrar platos?

-Oye, uno hace lo que puede, aunque no lo creas, de las mesas a la cocina es un laberinto. – reí.

-¿Y los patines?

-Se quedaron en los sesentas.

-¿Dónde es?

-Gold's coffee, a unas manzanas del teatro.

-Bien-. Le colgué. Sabía que le molestaba que le colgara sin decir adiós, pero era debido a mi humor. Escucharla lo suavizo un poco, pero necesitaba verla.

Conduje hasta la cafetería. Aparque cruzando la calle. En cuanto entre, el olor a café de cafetera y sándwiches de pollo entraron por mis fosas nasales enviándole señales a mi estómago que respondió con un gruñido. Tome asiento alado del gran ventanal, el lugar estaba medio lleno. Pronto, una mesera pelirroja me atendió.

-Quiero a Evelina y un sándwich, por favor.- la chica me miro extrañada un momento. –Para comer aquí.

-La hora de descanso comienza en media hora.- dice, mascando su chicle.

-Yo pagaré lo que se le descuente.

-Escucha, ella vendrá a recoger tus platos, y probablemente a romperlos antes de llegar a la cocina. Si bien, lo que podrás pagar, serán los platos.

-Él podría pagar la fábrica de los platos.- dice Evelina, detrás de ella. Se giró y la observo.

-¿Y tú delantal?

-He pedido el día. Un amigo me necesita-. Me miro. La chica se volvió a mí.

-¿Solo un sándwich?

-¿Sabes? Olvídalo, solo me llevaré a Evelina. Gracias por el servicio-. Me levanté de la mesa. Tome a Ever de la mano y salimos a paso apresurado del lugar.

-¿Esa chica tiene algún problema contigo?-. le pregunto.

-Está celosa de que seamos amigos. Dime, ¿Qué ha sucedido?

-Nada. Tengo dos días libres.

-Y tu novia estaba ocupada.- entre cierra los ojos.

-Yo lo sé. No tuve que llamarla.

-Sé que te dije que podías llamarme cuando me necesitaras, pero no cuando no tengas con quien estar.

-No es eso. Quería verte, Ever. Te necesito, estoy a punto de explotar.

-¿Quieres comer y hablar sobre eso?-. Asentí. –Bien. Todo menos sándwiches, estoy harta de ellos.- sonreí. Ella tenía la facilidad de hacerme sonreír sin intentarlo siquiera.

-¿Cuántos platos rompiste hoy?-. Pregunte, cruzando la calle hasta mi auto. Ever me empujo en plena calle.

-Cállate que se me caerá uno en tu cabezota.- me carcajee.

Al final, compramos pizza y fuimos a su casa, la comimos sentados en la alfombra de la sala, eso sí, sin platos.

-¿Qué te tiene así, Zayn?-. Pregunta, mirándome a los ojos.

-Hago cosas, Ever. Cosas maravillosas que solo hacen feliz a mucha gente.

-¿Qué clase de cosas?

-Cantar. Me encanta cantar. Pero ya no lo veo con amor, sino como un jodido trabajo.

-Deja el estrés a un lado y disfrútalo. No sabes cuantas personas desearían tener el talento que tú tienes. O estar en el lugar en donde estás. No te digo que hagas cosas para complacer a los demás, sino que le veas el lado bueno. Eres afortunado, Zayn. Y si te repites a ti mismo que eres infeliz o que quieres otra cosa, te vas a estancar, te vas a estresar y tomaras decisiones erróneas, entonces, ven a mí, sigue a tu corazón. Síguelo, no lo ignores.

En este momento iba a seguir a mi corazón. Iba a besarla. Esto es lo que yo buscaba, palabras de aliento, sinceras de alguien sincero.

-Parece que me conoces demasiado bien. Tú sabes lo que voy a hacer, Ever, incluso cuando yo aún no estoy seguro.

-Me dejaste entrar en tu vida, y no he perdido la oportunidad de saber cómo eres en realidad, de conocerte. Te has abierto a mí, Zayn. Ahora tenemos un vínculo, un lindo vinculo. Y no dejaré que caigas en el vacío. No estarás solo en esto.

La abrace, sin poderme contener la ganas, y lloré.


Goodbye, Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora