Capítulo 32: "Mi ángel"

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Verano-otoño 2015

El punzante dolor sobre mis costillas volvió al comenzar a llorar antes de que Zayn saliera de la habitación. Mientras le decía que se fuera y que se olvidara de mi para siempre, por dentro quería que gritara más fuerte ese "Te amo" que me había dicho. Que dijera que iba a dejar todo por mí, no porque estuviese embarazada de él, sino porque realmente deseaba estar conmigo más que a nada en este mundo. Que estaba dispuesto a renunciar más que a lo que ya había renunciado...por mí. Pero debía ser realista, lo que hice estuvo bien, que él se haya marchado estuvo bien para él. Tendrá una perfecta vida y me enterrara junto con todo su pasado. Y eso quería, quería que por lo menos uno de los dos fuese feliz.

—¿Por qué le dijiste eso?—reprocha Niall al volver a la habitación.

—No seré yo quien arruine su vida—excuso entre sollozo.

—Eso no es arruinar su vida. Ever, tendrás un bebé de Zayn, sé que al principio es difícil de digerir, pero con el paso del tiempo ese niño será la única razón de su felicidad. La felicidad de ambos y es algo que puedes darle. Verdadera felicidad, eso que no ha encontrado en ninguna parte y que seguramente es lo que necesita—negué frenéticamente convenciéndome a mí misma—Evelina, si no dejas que yo me haga cargo por lo menos debes contárselo a él.

—Nadie se hará cargo de este bebé excepto yo. Es mi decisión. Sé que yo puedo sola.

—No estás sola—articula Jared parado sobre la puerta.

—Jared—murmuro. Se acerca y me abraza por los hombros.

—Nunca estarás sola, mocosa—me reí—No puedo creer que seré tío—sonrió radiante de felicidad hacia Niall.

—Hermano—lo llamo para que vuelva a mirarme. Cuando lo hace le digo—¿Prometes que nunca jamás volverás a abandonarme?

—Nunca lo haré. Y me disculpo por las veces en las que lo he hecho—lo abrazo—Debemos ir a casa por tus cosas. Te quedarás conmigo y con Jade.

—¡Si! ¿Ella donde esta?

—Horneando una rica bienvenida supongo, te visito muchas veces.

Me despedí de Niall al salir del hospital agradeciéndole por todo y prometiendo que seguiríamos en contacto. Me dio el bolso que había dejado en su casa y mi hermano lo subió a su cajuela. Nos montamos en su auto y condujo hasta casa.

—Preferiría no entrar—comento al momento en el que aparca en la acera.

—No está en casa. Además no creo poder traer todas tus cosas—se burla. Me bajo del auto, la puerta de la entrada estaba cerrada pero yo aún llevaba una llave. Nos adentramos y subimos al segundo piso hacia mi habitación. Saque todos los bolsos que tenía y metí en ellos mi ropa, en otros mis zapatos, en otra accesorios, maquillaje, y cosas de aseo personal, lociones, libros, mi laptop, cremas etc. Jared bajando los bolsos, salía detrás de el cuándo recordé que tenía un sobre con dinero guardado arriba de mi closet. Me volví, brinque sobre la cama para asomarme sobre el cofre. El sobre color beige no estaba. Lo busque por detrás, tal vez se había caído, pero no estaba, por debajo, por dentro; nada.

Ignoro el dolor nuevamente de mis costillas cuando comienzo a oír gritos provenientes del pasillo de abajo. Salgo apresurada, al llegar a las escaleras observo a mi padre y a Jared enfrentándose.

—¿En dónde está mi dinero?—quise saber llamando su atención. La mirada de mi padre caló mis huesos dándole oportunidad de decir:

—Tú madre también pidió dinero antes de irse como una cualquiera con otro hombre y al abandonarlos como perritos—está ebrio. Jared lo golpea en el rostro. Suelto un grito de sorpresa tapando mi rostro. Mi padre no pierde el tiempo en regresarle el golpe en la cara haciendo que Jared lo tumbe sobre la mesa.

—¡No!—grito acercándome. En un intento por sepáralos mi padre me da una bofetada. Jared se enfurece más y lo empuja sobre la pared sosteniéndolo del cuello de la camiseta.

—¡Discúlpate con ella! Discúlpate por ser un asco de padre.

—Jared, por favor—suplico.

Mi padre toma una botella de vidrio y la rompe sobre la cabeza de mi hermano, seguido, lo empuja hacia atrás haciéndolo caer sobre el suelo golpeándose nuevamente la cabeza con las escaleras.

—Jared—murmuro al verlo una milésima de segundo inconsciente sobre el piso, luego me tiro sobre el e intento hacer que reaccione.

—¡Jared!—muevo su rostro y le doy palmaditas sobre las mejillas. Las manos empiezan a temblarme al no obtener respuesta.

El llanto sale de mi pecho cuando observo el líquido rojo caer sobre el primer escalón empapando la alfombra que dirigía hacia el comedor.

—No...tu no. Eres todo lo que tengo, por favor—lloré—Eres mi ángel, hermano, ahora tu ibas a cuidarme. Tú lo prometiste. ¡Cumple tu promesa!

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Último del maratón, déjenme sus votos y sus comentarios, por fiiii

Qué les pareció, nenas?
(En multimedia les deje al  guapo Jared :c)

Goodbye, Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora