Goodbye, Zayn Malik.

Capítulo 16 "Marcas del alma"

Verano 2014

-No me siento muy bien-. Le dije a John por teléfono.

-¿Estás bien? ¿No quieres que te lleve con el medico?-. Pregunta, atento.

-Oh, no. Con una taza de té y reposo se me pasa.

-Bien. Entiendo. ¿Quieres estar sola? Porque podría llevar comida y unas películas.- este chico me mata de lo dulce que es. Me gire hacia Zayn, que se quitaba la chaqueta. La dejo sobre el sofá y dio una vuelta por la sala observando el lugar.

-Suena bien el plan, pero será para otro día. Mi padre no está así que...- no quería hacer más grande la mentira.

-Está bien. Otro día será, cuídate, bonita, te mando un beso y que te mejores.

-Gracias. Igual te mando un beso. chao.- colgué. Deje mi teléfono en la barra de la cocina y fui hacia Zayn.

-¿Mandando besos por teléfono al chimpancé?-. Reí.

-Calma los celos, Malik. Tú tienes novia.- observe sus tatuajes. Me ponían la carne de gallina. ¿En que habrá estado pensando como para hacerle eso a su cuerpo? Creo que los vi por mucho rato ya que él lo noto.

-¿Te asustan?-. Lo mire, sorprendida por haber sido descubierta.

-¿Qué? No. En ti, son tatuajes inofensivos.

-¿En mí?-. Pregunto, confundido.

-La sociedad dice que las personas tatuadas son criminales.

-¿Y qué dices tú?-. Dio un paso hacia mí.

-El cuerpo humano es tan bello como para marcarlo de esa manera.- me escaneo un largo rato. Y digo escanear porque sus ojos me recorrieron el rostro y el escote. Casi pude sentir que alcanzo a percibir mi sudor debido al nerviosismo.

-Son marcas del alma. Cada uno tiene su significado, Ever. Valor sentimental.- me perdí en su mirada tan profunda.

-¿Te dolió?

-El primero sí, pero te acostumbras rápido.

-Lo he notado-. Porque si no se acostumbrara, no se aria más.

-Se siente suave. ¿Quieres tocar?-. Lo quería tocar en todas partes. Lo mire, sin responder. Tomo mi mano izquierda con su derecha y me hizo acariciar su brazo izquierdo desde arriba hasta abajo. Disfrute, hasta las pequeñas curvas de sus músculos luchando por no cerrar los ojos y suspirar.

-¿Lo ves?-. Asentí con la cabeza.

-¿Qué ibas a contarle a tu diario hoy?-. Sonrió.

-En realidad, iba a platicarle sobre ti.