Capítulo 19: "Me tuviste"

52 4 0
                                    


Malik

Verano-otoño 2015

Estaba acostado en mi cama alado de Gigi, la observaba con detenimiento mientras, dentro de mí, sentía una especie de culpa y tristeza. Mi vida había mejorado en ciertos aspectos. Estoy comenzando a hacer mi música como solista y comencé otra relación frente al ojo público, y me sentía un completo imbécil, porque tenía otra oculta.

-Tengo que hacer algo.- Le dije a Gigi, levantándome de la cama. Vistiéndome me observó.

-No tardes mucho.- dijo, adormilada.

-Prometido.

Poniéndome mi chaqueta, salí de casa y me monte en mi auto. Había ido cientos de veces a casa de Ever a buscarla, y nunca estaba o nunca quiso recibirme. Esta vez, iría a su trabajo, algo que no se me había ocurrido hasta ahorita, menudo idiota.

Aparqué el auto frente al local, cruce la calle y al entrar casi me estrello con una mesera. Cuando me asesinó con la mirada, ágilmente la esquive, caminando hacia la caja, ahí, me encontré con una señora rubia.

-Hola, soy Zayn, y busco a Evelina.-dije, amablemente. Entonces, pareció que al escuchar el nombre de Ever, el rostro simpático de la señora se desvaneció por completo y bruscamente que hasta me intimidó.

-Ella ya no trabaja aquí.- dijo en un tono disgustado.

-¿Renunció?-Pregunte, confundido.

-Ja. No se daría el gusto. Andaba de resbalosa con uno de los empleados, y no cualquier empleado, mi hijo Calum, que tiene una linda novia en Canadá y más aparte esa, Evelina, salía con mi sobrino, John. Menuda zorra.

-Puede, por favor...- tome aire. Expulsando el enojo que me causaron sus palabras. -No expresarse así de ella ¿Por favor?

-Si es la verdad, chico. Por lo que veo, también estuvo jugando contigo. - apreté la quijada. Fui yo quien jugó con ella.

-Si es cierto lo que me ha dicho, no tengo nada que hacer aquí.- dije, dando pasos hacia atrás.

-Espero haberte advertido sobre ella.- me grita una vez que estoy a punto de golpear con la puerta de cristal. Me giré, salí de inmediato y me subí al auto.

Estaba confundido. Había oído de ese John, pero ¿quién carajos era Calum.

¿Y ahora que se supone que haré? ¿Olvidarla y seguir con mi vida?

No puedo hacerlo. No puedo dejar de imaginarme, de que tal vez esta sufriendo... por mí culpa. O simplemente por mí.

Paré en un alto, miré a todas partes, como si fuese a encontrar alguna respuesta. Observé a una chica castaña salir de un bar, su figura esbelta se me hizo tan familiar. Llevaba shorts cortos y una blusa blanca escotada. Estacioné el auto, me bajé, aceleré al paso detrás de ella, sin hablarle. Era ella, sin duda, su caminar, sus caderas, sus piernas...

Paró su caminado de repente, e hice lo mismo. Su celular estaba sonando, lo buscó en su pequeño bolso cruzado color beige y contestó

-¿Hola?- Su voz. Había extrañado su dulce, delicada y hermosa voz.

Soltó un suspiro.

-Nada. Querían bailarinas y no creo poder bailar...- soltó una risita. -¿Dónde te veo?... estoy cerca... no está bien, no te preocupes... qué lindo, cállate.- rio. -Ya no me retrases. Adiós.- colgó, antes de que reanudara su camino, la llamé por su nombre.

-Evelina.- giró rápidamente hacia mi dirección. Sorprendida, no dijo nada durante casi un minuto, el cual sentí eterno.

-Hola.- dije, me había quedado casi mudo. Esta nervioso, y su mirada me hacía sentir más culpa, imbécil.

Evelina me abofeteó. En casi menos de un segundo, y no lo vi, ni sentí su mano, solo después que comenzó a arderme la mejilla derecha.

-¿Hola? ¿Te atreves a solo decir hola después de meses de desaparearte? Después de que...- su voz se cortó.

-Lo siento mucho, Ever. Yo no quería que las cosas fueran así, pero tuve que irme.

-¿Y no pudiste llamarme para decírmelo? Yo lo hubiese entendido, Zayn, ¿Cuántas veces no me he sentado a tu lado a escucharte, a consolarte? ¿No me merecía una jodida llamada?-. Estaba molesta, pero no levantaba su tono de voz. Estábamos en la calle.

-Te mereces más que eso. Soy un estúpido, lo sé. Pero te he llamado, te he buscado por semanas.

-No podía recibirte con los brazos abiertos después de lo que hiciste. No sabes cómo me sentí cuando desperté y no te ví, y pasaron días Y no aparecías. ¿Puedes imaginarte como me sentí?

-Sí.- conteste, avergonzado.

-Utilizada, engañada. Traicionada. ¿Por qué no me lo dijiste desde un principio? "No te quiero Ever, no quiero nada serio contigo, solo eres mi paño de lágrimas."

-No es así, Ever, te quiero, te quiero.- la tomé de los brazos. -Y en ese tiempo te lo demostré, pero ahora las circunstancias son otras.

-¿Cómo me demostraste que me querías? ¿Acostándote conmigo? Te necesite de otra forma, Zayn, de la forma en la que tú me necesitaste a mí y me tuviste. Solo quería que me escucharas, que me abrazaras y me dijeras que llorar estaba bien. Que todo iba a arreglarse. Todo lo que yo hice contigo, pero nunca te lo pedí a cambio, tu nunca viste, de que tal vez, entre los dos la que más sufría, era yo.

Se suelta de mi agarre y se hace para atrás.

-No te vayas, Ever. Necesitamos hablar. En verdad lo siento. Tienes toda la razón.- sollozo.

-Sé que necesitamos hablar. Pero no ahora ni aquí. No quiero hablar contigo ahorita, Zayn. Necesito tiempo.

-Lo entiendo. - me miró insegura un momento, se dio media vuelta y camino a paso acelerado, la observe hasta que cruzó por un callejón. Y creo que tal vez debí haberla seguido.


Goodbye, Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora