Capítulo 41: "Adiós, Zayn Malik"

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Ever:

Verano-otoño 2017

Las manos me sudaban y el cuerpo me tembló al momento que el cierre de mi vestido blanco subía para cerrarse. Me contemplo en el espejo de cuerpo completo.

—Eres la novia más hermosa que he visto—sonrío forzadamente hacia Taylor a través del espejo. El nudo de mi garganta no me dejo agradecerle con palabras. Se coloca frente a mí obstruyendo mi visón del espejo, sus ojos estaban llorosos.

—Te falta algo de rubor—enfatiza. Toma uno de la cosmetiquita y una brocha, luego, extiende un color salmón sobre mis mejillas. Estaba pálida del nerviosismo y no podía diferenciar si eran nervios buenos o malos.

Estaba a punto de dar el paso más grande en toda mi existencia, iba a casarme con Harry Styles, y mis esfuerzos por olvidar el pasado, se desvanecían cuando estaba con él. Harry me recordaba tristemente a Zayn, sus amigos me recordaban a Zayn, los ángeles me recordaban a mi hermano, a mi padre, a Savannah. Esa horrible cafetería de sándwiches todos los días, me recordaban todos los malos ratos y los platos rotos La madre que un día me abandono estaba arreglándome para mi boda lo que era aún más triste, su hijo de mi edad iba a llevarme al altar mientras Niall, otro chico que me dio esperanza, cargaría a mi bebé durante la ceremonia.

Harry era un sol, se había ofrecido a pagarme la academia de actuación, me había perdonado un engaño, me pidió mudarme a su casa, a criar a mi hijo como suyo también, pero a pesar de eso todo este peso sobre mí, no lo podía mi débil cuerpo.

Taylor me jala un poco del cabello al insertar la tiara con el velo.

—Lo siento—articula suavemente.

Tocan a la puerta y Jackson, su hijo se asoma por ella.

—Evelina, alguien quiere verte—se hace a un lado y Savaanah aparece en mi campo de visión, con un lindo vestido salmón, el cabello rubio recogido y un ramo de flores en sus manos. Me sonríe nostálgica.

—Amiga—me dice cuando observa que le sonrió devuelta y me abraza.

—Las dejaremos solas—nos dice Taylor y ambos salen de la habitación cerrando la puerta.

—Evelina, yo...—espeta a punto de llorar.

—No digas nada. Te perdone hace mucho—digo dulcemente. Me abraza de nuevo.

—Te ves espectacular, No puedo creer que te estés casando—suelta una lagrima.

—Gracias, Sav—me extiende el ramo.

—Este será el día más feliz de tu vida. Ya debes salir, me adelantaré—me da un beso en la mejilla y sale. Cuando cierra la puerta me pregunte porque la perdone tan rápido y porque no volvió cuando mi hermano falleció y mi padre entro a prisión.

Me miro una vez más en el espejo, ¿Esto es lo que realmente quería? Caminar por las calles de los ángeles y pasar por mi antigua casa y ver cómo vive otra familia feliz. Ir a la academia de actuación, dejo de ser mi sueño hace mucho tiempo.

Salgo corriendo de la habitación en la dirección contraria a la que debía, en donde me esperaba Jackson. Salgo por una puerta angosta y me encuentro con el tránsito, corro un par de calles hasta que me subo en el primer taxi que encuentro vacío.

—Al aeropuerto, por favor—le digo al conductor.

De una costura de mi vestido, saque la fotografía en donde salía con Zayn, sonriéndonos hace tres años, cuando apenas nos conocíamos. Ahí estaba esa inocencia en nuestras miradas, esa emoción al encontrarnos, esas sonrisas sinceras, bromas impredecibles y lágrimas que podían secarse con un par de palabras. Una esencia que nos hacía volar a ambos sin la necesidad de tener alas que nos puedan romper, pero que sin embargo nos dejaron caer en el vacío, un vacío llamado amor y traición.

Rompo la foto en dos y la tiro por la ventana, perdiéndose entre el tráfico y el viento. Ya era el final, era el último y definitivo adiós.

Adiós, Zayn Malik.

Goodbye, Zayn Malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora