Capítulo 1: "Antes de..."

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—¿Cuál quedaría mejor? ¿Negro o azul?  —se preguntaba Night con dos corbatas en las manos mirándose al espejo. Su esposa Twilight Velvet se le acercó y le señaló la negra—   Ah, claro, la negra. Gracias amor, no sé que haría sin ti

Twilight Velvet y Night Light se habían casado siendo muy jóvenes e inmaduros.
Velvet odiaba admitirlo, pero su boda había sido más una acción de rebeldía adolescente hacia sus padres, que no habían aceptado a Night, que un verdadero sentimiento de unión.
Tal vez era por eso que no le pedía tanta atención como cualquier esposa.
De hecho no se comportaba como tal. Cuando asistían a una reunión, por ejemplo, Night bailaba tal vez más de la cuenta con otras chicas, pero ella no le prestaba atención, bueno sí prestaba atención, pero no decía nada.

Por otro lado, cuando ella era la que bailaba, Night se ponía furioso y celoso de quién sea.
Esa simple actitud (que parecía posesión) la ponía muy feliz, ya que pensaba que era importante para él, y que no quería que cualquier tonto se le acercara.

Durante los primeros dos años de matrimonio, pudo haber sido cierto, sin embargo, al tercero, las cosas empezaron a cambiar.

Night no solo había dejado de mostrar actitudes celosas, sino que ahora salía de casa a bailar, a veces sin su esposa. Y Velvet como siempre nunca se quejaba.
Cualquiera pensaba, y en este caso sus mejores amigas desde la preparatoria, que su esposo tenía otra, todas siempre le decían eso, que se divorciara de él, que la haría sufrir, etc.

En especial, su más íntima amiga, novia de un tal Rainbow Strikes, Firefly.

Pasó el tiempo y Velvet había salido embarazada, contrario a lo que habían pensado sus amigas, Night aceptó con sumo gusto a la pequeña. Desde que se habían enterado de la noticia, dejó de salir y se enfocó en su familia como nunca lo había hecho antes.

Salían todos los fines de semana a comprar ropa para el bebé, en este caso la bebé. Era una niña.
Night siempre decía que quería una hija muy inteligente, y le ponía empeño a la buena alimentación de su esposa, asistían a todos los controles necesarios.

En su trabajo al enterarse de su nuevo futuro rol de padre, le aumentaron el sueldo.
Todo era hermoso, parecía un cuento de hadas, pero sin bruja ni reina malvada.

O... Eso parecía.

Nueve meses después, nació una hermosa niña, a quién llamaron Twilight Sparkle.
Con unos lindos ojos violetas y su cabello morado tirando a azul con mechas rosadas a los costados.

Tal y como lo había querido Night, la niña era muy inteligente. Primer puesto, en su primer año de inicial. Sus padres siempre le daban lo que podían, en especial su padre, que siempre se mostraba orgulloso de su pequeña Twilie, la llamaba así para diferenciarla del nombre de su madre.

Pasaron 3 años, en los que Velvet había olvidado los comentarios de sus amigas, y ellas también habían dejado de criticar. Adoraban a la niña, siempre le traían regalos en cada visita. Incluso dos de ellas, traían a sus hijas, Pearl, a su hija Rarity de 3 años y Cloudy a su hija Pinkie Pie de también 3 años y unos cuantos meses.

Nadie sospechaba que Firefly, tenía su pancita de embarazada, lo ocultaba muy bien.
Demasiado bien. Aún así jamás dejó de asitir a las reuniones con sus amigas, y cuando le preguntaron por Strikes había dicho que habían terminado, que la relación no había dado para más.

Cuando la hija de Firefly nació, nadie, absolutamente nadie se enteró. Ni sus padres, ni sus amigas. Excepto alguien que en apariencia no tenía nada que ver.
Por ende dejó de asistir a las reuniones con la excusa de estar ocupada con el trabajo. Y todas le creyeron.

Así pasó el tiempo sin que nadie sospechara la horrible verdad en la que vivían.
Twilight con sus primeros puestos, sus medallas y sus reconocimientos, no era tan feliz.

¿Tenía amigas? Sí, 4

¿Tenía cariño de sus seres cercanos? Sí

¿Cariño de mamá? Sí. Demasiado

¿Cariño de papá? ... Ese era el problema, su padre.
Night había vuelto a sus antiguos hábitos de salir solo hasta tarde. Velvet no parecía darle importancia. Pero ella... Ella sí le daba importancia. Se sentía mal cuando miraba la silla de la familia Sparkle vacía en las actuaciones del día del Padre.

Su amiga Pinkie Pie, le sacaba una sonrisa y gracias a ella no salía con sus ojos rojos a actuar.

Su amiga Rarity le aplicaba un ligero maquillaje para niños y se encargaba de arreglarle el vestuario cuando Twi, molesta lo rompía a propósito.

Su amiga Fluttershy la consolaba y le daba a su conejito, Angel, para que lo cargara, decía que la hacía sentir mejor.

Su amiga Applejack jamás le negó que algo malo pasaba con su familia, pero la convencía de que era problema de adultos, y que se solucionaría en nada.

Con esos apoyos y consejos Twilight vivía con una sonrisa verdadera y poco a poco dejó de preocuparse, hasta finalmente olvidarlo.
A pesar de su inteligencia, su mente de niña no le dejaba pensar en problemas extensos.
Y menos en una infidelidad.

¡No Eres Mi Hija!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora