Extra I

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Aclaración: Este extra se realiza entre el entierro de Velvet y su aniversario de fallecimiento.

—☆—

Lo cualquier persona espera tener cuando pierde a uno de sus seres más queridos, en especial la que te da la vida, es estar sola para recomponerse y salir adelante.
Para reconstruirse y volver a sonreír con sinceridad.

Lamentablemente, Twilight Sparkle no estaba incluida en el grupo de afortunados que la tenían.

Apenas habían pasado 21 horas desde que había regresado a su casa a dormir un poco, cuando el timbre de su puerta empezó sonar como loco.

—¿Qué carajos quieres Sentry? —preguntó ella cuando abrió la puerta, aun en pijama y con sus rojos y ojerosos ojos—. Son las cuatro de la mañana.

—Uno, esa no es manera de contestar a tus mayores señorita Twilight —respondió él sonriente—. Segundo, sobretodo si van a vivir contigo

—¿Si van a qué?

Twilight estaba con toda la pesadez y el mal sueño encima, y pensó que eso le estaba dañando los sentidos auditivos. Sacudió la cabeza para espantar el sueño.

—Repite lo que acabas de decir Flash —pidió

—Vivir contigo —siguió Flash—. Lo que una persona deprimida necesita es compañía y una buena dosis de alegría hogareña

Twilight estaba acostumbrada a oír "Flashidioteces" todo el tiempo, tal vez ésta era una de tantas. Empezó a reírse con ganas.

—Muy buena Sentry. Por un segundo me la creí

—No es una broma —dijo mostrando sus dos maletas de equipaje a su lado. La risa de Twilight se extinguió en un segundo

—Oye oye, aguanta un poco. ¿A quién pediste autorización para mudarte a mi casa?

—A Rainbow

—¿Qué? —Twilight se llevó las manos a la sien—. Flash, entiende esto, ella no tiene la potestad de hacerlo

—Y me había dicho que no —completó él—. Pero como tú misma acabas de decir, ella no tiene la potestad de nada. Así que lo tomé como un sí

Flash seguía sonriendo y no tenía ninguna intención de dar la media vuelta e irse.
La ojivioleta suspiró muy hondo.
Y dejó que Flash entrara a la casa.

—Por cierto Twilie —volvió a hablar Flash cuando hubo desempacado su primera maleta—. Soarin vendrá mañana

—¿De visita? —preguntó—, Rainbow no me ha dicho nada todavía. De hecho, ella estaba pensando en irse a vivir a un hotel por unos meses...

—No lo sabe.

—¿Entonces? —una aterradora idea cruzó la mente de Twilight

—Él también se va a mudar Twi. —le soltó. El rostro de la chica empalideció, se volteó lentamente a ver a Flash—. ¿Qué? Twi, no iba mudarme solo

Finalmente la ojivioleta soltó un grito de frustración, sorpresa y resignación.

—☆—

—¿Dos hombres en la casa? Vaya, no te conocía esas manías Twilight. Pensé que eras más sana

—¡No son manías! —replicó ella apretando su vaso de jugo—. Ellos se metieron a la casa a la fuerza

—Claro. Y tú que no pudiste hacer nada para impedírselos. —respondió la otra. Twilight le gruñó—. A mí no me eches la culpa, yo le había dicho a Flash que no

—¿Qué vamos a hacer ahora? —se lamentó Twilight mientras tiraba el pobre vaso aplastado a la basura por décimosexta vez—. No hay ni espacio ni dinero para mantener más gente

—Que harás tú, querrás decir

—¿Acaso vas a dejarme sola con ese par de lunáticos? Eso no es de hermanas

—¿Ahora somos hermanas? —cuestionó la peliarcoiris—. Eres una maldita interesada Sparkle. Además si mal no recuerdo uno de los lunáticos es tu novio

—Y el otro es el tuyo. Estamos a mano

—¿Ahora Soarin es el problema? Mira, si quieres tener tu tiempo de calidad amorosa con el guitarrista, no tengo ningún problema Twilight. Puedo llevarme a Soarin a comer y listo

—¿Tiempo de calidad amorosa? —Twilight demoró un segundo en comprender—, ¡Esa no es la cuestión! —gritó exasperada

—¿Entonces cuál? —protestó Rainbow—. Te había dicho que iba a vivir en un hotel hasta que te sintieras mejor. Pero resulta que ahora tienes no uno, sino dos hombres viviendo contigo

—Solo vuelve a la casa. Me volveré loca si me quedo sola con ellos.

—Ya que —aceptó la ojimagenta—. De todos modos tenía planeado pedirte que pagues mi alquiler mensual

—Voy a fingir que no escuché eso

—Genial. Y por cierto, debes cumplirme con dos condiciones más

—¿Cuáles? —suspiró una rendida Twilight—, ¿Dinero? ¿Mi colección de Daring Do? ¿Qué cosa?

—Dos postres gratis —dijo la peliarcoiris riéndose, Twilight sintió como su sangre volvía al corazón—. Por dios, ¿Qué pensabas Twilight? Pareces un fantasma

—Olvídalo —respondió la otra—. Pide tus postres de una vez

—No tan rápido, falta mi segunda condición —Twilight suspiró, Rainbow siguió hablando, tenía una maliciosa sonrisa—. La próxima vez que quieras hombres en la casa solo dímelo. Te traeré al equipo de basketball entero para tus manías

 —¡QUE NO SON MANÍAS!

¡No Eres Mi Hija!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora