¡No Eres Mi Hija!

Capítulo 8: "Peliazul parte 2"

El partido ya había terminado, sin embargo las ovaciones a Rainbow no.  Y desde luego el odio de algunos tampoco.

En grupo de las seis amigas no paraban de gritar emocionadas. La única que tal vez no mostraba una sonrisa del todo verdadera era Twilight, no porque no estuviera feliz por Rainbow, sino porque sabía a que su madre le iba a importar un comino el logro de su hermana. Y tan entusiasmada que estaba.

Era mejor no decir nada. Al menos por ahora. Y más aún si la mirada asesina de un peliazul derrotado y muy molesto la vigilaba constantemente.

—¿Tú crees que a mamá le guste mi aceptación al equipo de fútbol?  —preguntó Rainbow en algún momento de la lonchera, Twilight se atragantó con el sándwich que estaba comiendo

—No lo sé  —respondió por no decir 'le vale verga'—  ella no es tan fanática de los deportes  —Twilight se interrumpió y miró directamente a la peliarcoiris—  ¿Y tú desde cuando le dices mamá?

—¿Está mal?

—No. No está mal

No estaba mal. Estaba terrible. Era lo peor que Rainbow lo podría decir o hacer a Velvet. Probablemente era capaz de dejarla sin comer durante 2 o 3 días.

—Twilight, Dash  —gritó la pequeña Fluttershy corriendo hacia ellas, atrayendo la atención más de la cuenta, venía agitada y con cara asustada, a su costado estaba Pinkie—  la directora quiere hablar con Rainbow ¡Ahora!

Ninguna de las dos tenía alguna idea de qué quería la directora, pero Pinkie se acercó a Rainbow y le señaló discretamente a Soarin.

Lo entendió todo. Ese ojiverde sí había cumplido su amenaza. La iban a expulsar de la escuela. Y del equipo. Intentó retener las pequeñas lágrimas que se le formaban en los ojos. Y acompañada de sus amigas, se fue a la oficina de la Directora Celestia. Entraron.

Y claro, había tenido razón.

Ahí estaba Soarin. Con su sonrisa retadora. Rainbow se enfureció.

—¿Me llamó Directora Celestia?

—@—

Rainbow aún seguía shock. Hasta hace unos minutos solo había pensado en un lugar para ocultar el cadáver de Soarin cuando lo matase.

Ahora ya no. Contrario a lo que había pensado, Soarin había resultado ser todo menos un amenazante profesional.
De hecho era todo lo contrario, tenía los valores que a pocos les quedaba. Ahora eran amigos. Buenos amigos. Velvet no tendría excusa para hacerla a un lado.

De regreso a casa, las seis amigas iban acompañadas de Soarin. Y. Rainbow sufrió lo mismo que había sufrido Cloudy hace unos días. Solo que no era bullying, sino shippeo al 10000%, sobretodo de Pinkie.

Velvet las esperaba, amable con Twilight como siempre y fría y distante con Rainbow.