Capítulo 11: "Oh, no"

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Desde la cocina, Velvet solo oía almohadazos y los gritos de Pinkie. Pensó que serían las chicas jugando. Pero en realidad Twilight estaba a punto de cometer un intento de crimen contra su amiga shippeadora dibujante de lemon Flashlight rosada y su media hermana arcoiris.

Flash estaba ayudando a su suegr... digo a Velvet con los platos. De su guitarra inseparable colgaba un llavero de una linterna de plástico pequeña. Velvet tuvo curiosidad.

-¿Y ese llavero? -preguntó, Flash la miró a ella y miró a su llavero de linterna. Sonrió

-Un regalo de mi padre, hace algunos años. Antes de que... muriera... -un recuerdo le inundó la mente...

<<Flash, este posiblemente sea mi último regalo. Nadie sabe si nuestro avión llegará bien o no. lo mucho que gustan las linternas y además estaba en oferta del 50% de descuento -le entregó el llavero en una cajita en forma de guitarra- Vas a ponerla en tu guitarra favorita. Y... -Flash recordó el cambio en la cara de su padre- No , tal encuentres a una chica gracias a eso... Al menos eso decía su etiqueta de venta>>

Admitiéndolo no le había creído la última parte. Pero ahora que más lo pensaba podría ser verdad. Es decir, la hija de la señora Velvet no estaba tan mal. Además era inteligente y bonita. Y estudiosa y bonita.

Flash cayó en cuenta de lo que estaba pensando, Velvet seguía ahí parada mirándolo con lástima. Y eso es lo que menos que le hubiera dado si lograba leer su mente en ese momento.

-Eh... ¿Sentry? -preguntó Velvet al ver su cara totalmente enrojecida- ¿Tienes algo? ¿Estás enfermo?

Él seguía mudo.

-¡Sentry! ¿Me oyes?

Velvet empezaba a preocuparse. Le pasó la mano por la cara pero ni caso. Velvet en sus nervios cogió un vaso con agua fría y rezando porque no le pase nada, se lo aventó a Flash en toda la cara.

-No estaba pensando en su hija -soltó con rapidez, inmediatamente se tapó la boca. Velvet cambió su expresión en la cara- ¡No me mate por favor!

Velvet iba a decir algo. Pero alguien tocó la puerta antes de que ella dijera palabra alguna. Con señales le dijo a Flash que la esperara, obviamente no le hizo caso alguno y apenas Velvet desapareció de vista, subió corriendo por las escaleras al cuarto de Rainbow y Twilight.

Antes de que tocara la puerta, escuchó un grito de Rainbow. Algo sobre Soarin. Rayos, ahora tendría que pagarle unos buenos billetes... Tonta apuesta.

Volvió a intentar tocar. Otro grito lo interrumpió, el grito de la chica rosada del anti-comercial de shampoo para peinar. Algo sobre un tal Cheese...¡Otros billetes! ¿Quién lo mandaba a apostar con esos tipos?

Esta vez sí había tocado. La pelirosada le abrió la puerta, le sonrió y antes de que Flash articulara movimiento alguno, ella lo jaló hacia el cuarto. Vio a una Rainbow matándose de risa y a una Twilight... Bueno... A una Twilight rompiendo su celular.

-¿Vine en mal momento? -preguntó él, Pinkie negó y Twilight lo miró con furia- ¿Qué? -Twilight le aventó su celular, en él una foto un poco nada saludable estaba en HD

-Fijate -dijo. Claro que se fijó, pero no le veía nada raro. Debió haber hecho un gesto de confusión, ya que Twilight volvió a gritar, le quitó el celular y puso el link de la página- ¡Mira esto!

Flash observó la página. Tenía todas las señales de ser obra de la despeinada. <Flashlight para su gusto> Ok eso era raro. Su linterna era amor y paz... Puso click en la primera imagen.

Ahora entendía a Twilight.

Ahora entendía también, al extraño fotógrafo pequeño de ojos celestes y dulces como botones con capucha que en la última sesión de su colegio lo había fotografiado a él más de la cuenta.

Había sido la rara rosada. Aquella antipática, acosadora, divulgadora, chismosa, pervertida, lemonera, extravagante, despeinada... ERA UNA EXCELENTE DIBUJANTE!!! Tuvo ganas de pagarle unos 5 millones como mínimo, pero se contuvo. No quería morir aún considerando que a estas alturas Velvet de seguro lo estaría buscando.

Lo matarían, torturarían, Twilight le inyectaría con sus fórmulas químicas avanzadas, etc, etc.

Pero nada de eso pasó. En medio de ese segundo de silencio, se escuchó el sonido de un vidrio rompiéndose y la escoba cerca de la puerta principal cayéndose. Los chicos se quedaron mudos.

.★.★.

Velvet había abierto la puerta despreocupada, sin ni siquiera tu típico <<¿Quién es?>>.

Al ver a la persona que esperaba pacientemente que le abrieran, soltó la escoba de forma repentina, que chocó con un jarrón de vidrio que le había regalado Night en su primer aniversario, cayó el jarrón y cayó la escoba. Y la persona sonrió.

-¡Velview! -la saludó con el apodo que le había puesto hace tiempo- ¿Como estás?

-S...Str...Strki...Strikes...

¡No Eres Mi Hija!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora