Capítulo 3: "Rueda de la (des)fortuna"

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—Llegamos exclamó el conductor estacionando su taxi en una esquina— Son 5 monedas

Velvet sacó su monedero y le dio un billete de 10. El taxista le devolvió 6 de vuelto.

—Pero... ¿No eran 5? Me está dando una de más —el taxista sonríe y Velvet finalmente lo reconoce— ¡NO! ¡¿Comet?! ¿¿Eres tú??

Comet había sido el mejor amigo de Velvet desde mucho tiempo. Aunque las amigas de ella nunca los habrían querido ver juntos (está claro quién SÍ quería verlos juntos), prefirieron verla con él antes de verla de novia del nuevo alumno de preparatoria de ese año, Night Light, obviamente eso no pasó.

Al entrar Night en la vida de Velvet, a las únicas que no había dejado atrás fueron sus amigas, y eso. Comet fue totalmente ignorado, golpe bajo para él, que había estado enamorado de Velvet desde hacía unos años. Con el tiempo se rindió, y se alejó de todos, ni siquiera les había invitado a su boda, años después, ni tampoco al Baby Shower de su hijo, Comet Tail. Pero ahora el destino los había vuelto a encontrar, pero solo como amigos. Nada más.

—¿Qué tal Vel? A los años —Velvet lo miraba entre sorprendida y feliz. Twilight los miraba confundida— Y... ¿Es tu hijita?

—Si. Me casé con Night. Ella es mi hija Twilight Sparkle —Twi hizo una mueca de simpatía, pero no era del todo verdadera

La pequeña solo veía como su mamá y aquel señor desconocido conversaban. Y sentía algo se molestia.

Afuera del taxi. Un auto gris se estacionaba. Una pareja de adultos y su pequeña hija peliarcoiris bajaron de él y entraron al parque. Hicieron una cola de 7 personas que estaban antes.

—Ni sabía que tuviste un hijo —decía Velvet tan interesada en su conversación como para notar que su hija se aburría. Lamentablemente (o tal vez no tal lamentable) no podía ver a través de la ventana. Estaban polarizadas— Comet Tail... Se llama como tú

—Es que soy muy original querida Vel —él le dirigió una mirada a Twilie, y notó que se estaba aburriendo— bueno, ha sido un gusto reencontramos Vel. Pero creo que tu pequeña merece diversión. Buena suerte.

Velvet y su hija bajaron del taxi. Asimismo tiempo la familia de la peliarcoiris terminaba de pagar su entrada y se perdieron de vista en el gran centro.

Madre e hija se despidieron del amigo de Velvet y caminaron a la cola, pagaron y entraron.

El parque era tal y como lo había descrito Starlight.

Había muchas atracciones, puestos de frituras, algodones de azúcar, galletas, dulces, etc.

—Dispongo de $250, hija —informó Velvet— podemos subirnos a lo que quieras

Escogieron primero los autos chocones (un juego muy divertido por aquí, el único riesgo es que puedes terminar lesionándote la espalda 7-7), después fueron al Salto Mato (juego de una torre de unos 10 metros de alto, ponen asientos alrededor y van subiendo hasta la cima y te dejan caer hasta la mitad, nuevamente te suben y bajan. Da dolor de retaguardia ;-;).

Tuvieron hambre y fueron al puesto de algodón dulce. Rosado para Twilight y Azul para Velvet.

En el otro extremo del parque, una mujer y su hija eran fotografiadas por el padre, junto al lago del centro.

Ambas traían puestas gorras con orejas tipo pony, y la pequeña traía una correa en forma de cola de los colores de su cabello.

—¿Y ahora? ¿A qué juego quieres ir preciosa? —preguntó la mujer, la pequeña pensó un poco.

¡No Eres Mi Hija!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora