Capítulo 2: "Una infidelidad"

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—¿Papi? —habló la pequeña Twilie— ¿Podemos ir al parque de Diversiones?

—Twi... Cariño, ya sabes que debo trabajar... ¿Y si vamos mañana o la otra semana?

Night se mostraba más nervioso de lo normal. Jugaba con su corbata negra que no combinaba con el polo de calle que traía puesto. Ni mucho menos con los pantalones color caqui.

Twilight bajó la cabeza triste. Hacía ya unas dos o tres semanas que su otra amiga, Starlight Glimmer, del "Taller De Literatura" en el siglo XII", le había contado del nuevo parque que se mostraba divertido.

—Algo de recreación no te hará mal, Sparkle —le había dicho ella— Te llevaría yo, pero estoy algo ocupada. Dile a tu papá, de seguro aceptará

Además esa era la oportunidad para dejar atrás aquel malentendido del día que Night no había llegado a casa.

*Flashback*

El reloj marcaba las 11 de la mañana. El desayuno ya había terminado y Velvet seguía preocupada por su marido del cual no había señales.

Twilight jugaba en su cuarto con Pinkie y Fluttershy, cuando la puerta se abrió.

Era Night y traía ropa diferente a la del día anterior. Velvet se le acercó mientras lo abrazaba.

—¡Night! ¿Dónde has estado? —preguntaba Velvet mirando su ropa nueva— ¿Ya comiste? ¿Te preparo algo?

—No gracias Vel —Y que hambre iba a tener con todo el banquete que se había comido

—Papi —dijo Twi saliendo de su cuarto y lanzándose a los brazos de su padre. Tal y como lo hacía la peliarcoiris— ¿Dónde estabas? ¿Por qué no regresaste anoche?

—Twilight Sparkle —le reprochó su madre por su curiosidad— Deja que tu padre nos diga con calma —Cariño, ¿Por qué no regresaste?

—Trabajo —respondió cortante. Fluttershy y Pinkie, que habían salido del cuarto con Twilight, se la llevaron— Me voy a dormir, tengo sueño

—P...pero si quieres puedo...

—Velvet. NO GRACIAS —y se escuchó un portazo

*Fin del Flashback*

Pero no había tenido la fuerza necesaria, hasta ahora, y recibía una negativa. ¿Por trabajo? Eso era mentira. Ella había leído el reglamento de la empresa.

De Lunes a Viernes, 7:45 am a 10:30 pm.

Y ese día era Sábado.

De haber sido la antigua Twilight a la que le preocupaba los problemas de adultos, habría armado un escándalo alegando que ese día no había trabajo y que lo que decía era mentira.

Pero los consejos de sus amigas la habían convencido de olvidar todo lo que la intrigaba, y no dijo nada. Porque no había pensado nada. Nada malo al menos.

—Está bien... —respondió finalmente Twilight— El fin de semana —Twi levantó su dedo meñique a su padre— ¿Prometido?

—Prometido mi Twilie —Night enganchó su dedo meñique también, se dirigió a su esposa— Las veo más tarde

Night se metió en su auto gris, que Twi odiaba por alguna razón. Les dirigió una última sonrisa antes de cerrar la puerta y arrancar. Ellas se quedaron mirándolo hasta que el auto gris se perdió en la pista.

Velvet dió media vuelta. Su hija se sentó en la mesa y terminó el jugo que había dejado.

Velvet sentada a su costado, observaba la tristeza en el rostro de su hija, le dirigió una sonrisa que Twilight devolvió. Entonces se le vino una brillante idea.

—Twi, hija... ¿Y si YO te llevo al parque? —preguntó cogiendo una de sus manos, su hija volteó a verla con una sonrisa en su rostro— ¿Eso es un sí?

—Si mamá. Pero ¿Puedo llamar a mis amigas? Quiero que me acompañen

—Claro Twi. Pero utiliza el teléfono de la casa —Velvet ya sabía como utilizaba el celular su hija, podía pasarse horas de horas hablando y no se cansaba

Llamada on

—Pinkie...—una chillona voz se escuchó al otro de la línea

—Twilie Sparklie ¿Como estás?

—Eh... Bien. Esto... ¿Van a ir al parque de Diversiones? Yo voy a ir con mi mamá y...

—Ay... —se escucharon unas voces adultas— Lo lamento, Twi. Pero mis padres están ocupados con la granja de rocas... No sé si las demás irán.

—Oh. Bueno. De todos modos gracias

—La próxima ¿Ya? Para irnos juntas, ¿No estás enojada no?

—No, no. No se preocupen. Las veo mañana.

Llamada off

—¿Y Twi? —preguntó Velvet— ¿Vamos?

—Si mamá

Tomaron un taxi.

Durante el trayecto se la pasaron planeando a qué juegos irían.

No sabían que se llevarían una sorpresa. Nada agradable.

¡No Eres Mi Hija!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora