¡No Eres Mi Hija!

Maratón ~ Capítulo 4: "Adopción"

Firefly amor

Night, amor ¿Vienes
hoy? Rainbow tiene
actuación en la escuela

Tal vez. Estoy
ocupado con Vel.

Ay... Pero te extraño
mucho 😢😣😢😣😢

Y yo a tí, Fire
pero sabes que debo
estar aquí. Ya sabes
para no levantar
sospechas

Bueno... Le daré
tus saludos a Rainbow

Gracias. Te amo 💘💘

Y yo también 😍😍

Las veo más tarde √√

[Escribe tu mensaje______________]

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Desde que el oficial le había entregado el celular de su esposo, Velvet había vuelto a leer ese fragmento de los mensajes entre Night y Firefly como unas 15 a 20 veces.

¿Cómo no se había dado cuenta antes? Claro, porque no le daba importancia a nada.

Se sentía totalmente destruida. De haber sido por ella, no estaría ahí. Pero la policía la había llamado al hospital donde estaba su esposo, si es que podía llamarlo así todavía.

—Estado crítico  —había dicho el doctor mirando los análisis—  no le queda mucho tiempo. Solo un milagro lo salvaría

Pero Velvet no estaba segura de querer ese milagro. No estaba segura de nada en realidad. Hacía unas horas que había presenciado la muerte de Firefly, sus heridas habían sido muy graves y no había sobrevivido.

En cuanto a la pequeña Rainbow, sólo tenía unos ligeros hematomas y una fractura del tendón de la mano. No era algo tan grave. Pero ya no tenía madre que la cuidara.

Eran las 10 de la noche siguiente a la visita al parque. Su hija Twilight estaba al cuidado de Pearl, jugando con Rarity. Pearl había reaccionado muy diferente a como Velvet había pensado.
Pensó que armaría su show dramático de novela, en vez de eso, solamente maldijo por lo bajo a ambos heridos. Las demás hicieron lo mismo. Y Firefly se llevó la mayor cantidad de insultos como 'metida' 'mentirosa' 'rompehogares' 'puta', etc.

Las horas pasaron y el doctor finalmente salió de la sala de operaciones. Por su semblante se veía que eran malas noticias.

—Señora Velvet  —ella se paró de su asiento—  Lamento comunicarle que su esposo no respondió bien a la operación. De esta noche no pasa. Lo lamento mucho

—No lo lamente   —respondió Velvet en tono frío, el doctor se sorprendió

En sus años como médico, cada vez que le daba esa clase de noticias a una paciente generalmente esta rompía en llanto y le suplicaba que hiciera algún milagro para curar. Esta vez no fue así.

—Eh. Claro. Puede pasar a verlo

Velvet no tenía ganas de verlo, le causaba dolor. Mucho dolor. Pero su curiosidad era más fuerte que nada. Entró en la sala de emergencias, donde un Night a punto de morir la miró sorprendido.

—Velvet... Creí que no vendrías  —dijo intentando incorporarse, ella lo detuvo—   de verdad lo lamento. Perdoname.

—Night no hables, estás muy mal. Recuestate

—Velvet, hazme un favor  —escupió Night de la nada, ella no se esperaba eso, pero igual accedió aceptando con la cabeza—   Por favor, cuida de mi pequeña Rainbow

Velvet se quedó muda. ¿Cuidar a Rainbow? ¿A la hija de la maldita de su supuesta amiga? ¿A la hija de la amante? No, claro que no. Era imposible. La odiaba con toda su existencia. Todo menos eso. Y perdonar y visitar la tumba de Firefly claro.

—¿Qué me pides? No puedo hacer eso. Yo no la quiero y jamás lo haré. No me pidas eso. Te puedo ayudar en lo que sea, incluso prometo cuidar a Twilight mejor que nunca y decirle una mejor versión de tí, pero no cuidaré a tu hija jamás. ¿Entiendes?  —unas ligeras lágrimas empezaban a caer por sus ojos—   ¡JAMÁS!

—Vel, sé que estás enojada y que nunca me lo perdonarás. Pero también sé que no viviré para los próximos cumpleaños de mis hijas. No olvides que Rainbow ya no tiene mamá. Y te necesita. Y yo también te necesito.

Velvet empezó a dudar de su decisión. Tal vez esa niña era inocente. Tal vez merecía una segunda oportunidad. Tal vez... No, ya no encontraba razones para quererla, mejor dicho, intentar quererla.

—¿Que me dices?   —apuró Night—  ¿La cuidarías? Por favor, te lo estoy pidiendo de corazón

—Está bien  —respondió Velvet, apresurada como siempre. Apresurada, como su boda con Night

—¿De verdad? Vel, no sabes cuanto te lo voy a...

—¿Agradecer?  —Velvet soltó una risa algo irónica—  ni me lo agradezcas. He dicho que voy a criarla sí. Pero... Te lo digo ahorita que me oyes y entiendes perfectamente, no voy a quererla. Al menos no ahora. Tal vez en algún futuro próximo cuando logre superar lo que pasó. Pero por ahora, ella no será mi hija, no va a ser nada para mí. Tampoco será algo de Twilight, te advierto.

El pulso de Night dejó de sonar. Velvet soltó lágrimas, de tristeza queriendo o no queriendo. Los doctores lo desconectaron y lo taparon con una sábana blanca, como a Firefly.
Sacaron a Velvet de la sala e inmediatamente la condujeron a la oficina de Adopciones Por Defunción.

Ahí estaba Rainbow, sentada en una silla, jugando con sus dedos. Sus ojos estaban muy rojos, consecuencia del llanto imparable. Velvet la observó mejor.
Unos ojos medios... ¿Rojos? No tenían otro color a la vista.  ¿Cabello? Arcoiris, un raro color, más bien colores raros. Piel blanca.
¿De donde había salido así? Ni Firefly ni Night tenían esos colores en el cabellos u ojos.
¿Sería adoptada? No, Night no la consentiría tanto si no fuera su hija.

No le caía bien. Pero que podía hacer. Firmó rápidamente los papeles de adopción, se acercó a Rainbow. La pequeña la miró y le dedicó una sonrisa qué Velvet no respondió.

—Vamos... A... Casa  —Uff que difícil era pronunciar esa palabra, la peliarcoiris tomó la mano de Velvet. Salieron del hospital.

En el camino, Rainbow agotada por la noche que había pasado, se quedaba dormida. Velvet haciendo un supremo esfuerzo, la cargó, como lo haría con Twilight.
Para siempre, pensó, tendré que soportarla.

De nada servía sus debates consigo misma.

No la quería. Jamás lo haría

Ok, sé que prometí una maratón. Pero surgieron problemas que no tenía planeados, empezando por Wattpad, que borró dos caps ;-;...  -se al rincón a shorar- pero lo prometido es prometido así que...

Otra cosa fue un reto que me había propuesto si llegaba a los 200 antes del año, bueno ya que pasó (tenía en mente de que no pasaría) así que... van a conocer... -buuuuuu- ;-;