Todos respetan a Dios, pero tres veces más al Diablo. Solo aquello, era suficiente para imaginar, quién era Evil.
*Prohibida la copia o adaptación*
*Contiene escenas violentas, y no aconsejables si eres demasiado sensible.*
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Me cruzo de brazos observando como Dylan toma asiento en el sofa de Nash.
—Ya estas aquí.—La voz de mi jefe me hace dirigir mi mirada hacia él. Observaba a esa chica que conocía mas que ninguno en esta maldita sala.
Observo su cuello. Y no puedo evitar cerrar los puños con fuerza. Llevaba de nuevo aquel colgante.
Mi colgante.
¿Como podia ser tan malditamente descarada de llevar algo de alguien que no recordaba?
La primera vez que lo vi después de años en su cuello, pensé que solo lo llevaba porque dentro estaban las fotos de nuestras hermanas y que seguramente la mía la había retirado. Pero aquella mañana que lo tuve entre mis manos y lo abrí. Odié tanto sentir mi pecho acelerarse al ver que mi foto continuaba en aquel colgante. Odié con todas mis fuerzas que la conservara todo este tiempo.
—¿Nash, sabes lo que hay aquí dentro?—Su voz hace que mi jefe asienta.
—Puedo imaginarlo.—Nash hace una mueca y le tiende la bolsa refrigerante a una de sus empleadas para que se la lleve.
—Es un maldito psicopata.—Murmura la morena.
No era ningún secreto aquello.
—Desmiebra a sus victimas.—Farfulla con inseguridad. Observando solo a Dylan y a Nash.
Sabía que no me miraría a mi. Pues me estaba encargando poco a poco de hacerle sentir lo que yo sentia cada vez que le tenia delante. Resentimiento.
Y ella, terminaría odiandome de la misma forma en la que yo lo hacía.
—No.—Nash toma asiento en el sofá junto con Dylan. Él cual tambien tenia una mueca en el rostro.—Las tortura y a veces les quita algo para que quede claro con quien se meten.—Alzo una ceja.—Pero no las desmiembra.
Pero eso no sirve para que la morena quite ese rostro de disgusto.
—Bien ahora que estamos todos aquí quiero comentaros el porqué de esta reunión.—Yo ya sabia porqué estabamos aqui, Nash siempre me ponia al corriente de todo antes que a mis compañeros.—Voy a comprometerme con Natasha.—Aunque alternaba su rostro en los tres. Se detuvo finalmente en el de la morena.
Sabía lo que había ocurrido entre ellos. Dylan tambien era consciente. Y eso solo era otro motivo mas, para aumentar mi repugnancia hacía ella.
—Llevamos poco siendo pareja, apenas llegamos a las dos semanas. Pero ambos tenemos un acuerdo y vamos a llevarlo acabo.—Nash vuelve a hablar. Esta vez mirandonos a todos.—Y yo voy a hacer lo que sea necesario para conseguir lo que deseo.—Vuelve a detenerse en la morena.
Desde siempre se había comportado de forma protectora con ella. Pues sabia que al principio ella no estaba capacitada para nada de esto. Y aunque los años habian pasado y su experiencia en este negocio había aumentado, él había continuado comportandose de esa forma con ella. Al menos hasta hace un mes. Hasta que apareció Natasha.
