Todos respetan a Dios, pero tres veces más al Diablo. Solo aquello, era suficiente para imaginar, quién era Evil.
*Prohibida la copia o adaptación*
*Contiene escenas violentas, y no aconsejables si eres demasiado sensible.*
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Reviso los apartamentos que se encontraban en venta según Duncan. No fue dificil buscarlos en el portatil, solo tuve que poner el nombre del barrio y me salio la inmobiliaria que se encargaba de esa zona.
Eran cuatro los departamentos que se encontraban a la venta. Todos preciosos, era una zona agradable y tranquila, pero hubo uno de ellos que me llamó la atención por su bajo precio. La casa era preciosa y venia con los muebles incluidos. Se trataba de un dublex con jardín. Vuelvo a revisar el precio pensando que tal vez lo habría visto mal, pero no. El dueño realmente estaba desesperado por venderla. Era practicamente nueva esa casa.
Le clico al boton de "Estoy interesado, contácteme" que se encontraba en la web de la inmobiliaria y cierro el portatil. Ahora solo fataba que la la inmobiliaria hablara con el dueño y si este continuaba con intenciones de venderla, ellos mismos se pondrian en contacto conmigo para fijar una cita entre él dueño y yo. Para ver la casa y decidir si la compraba.
Apoyo mi espalda en el respaldo del sofa y observo el arma que descansaba justo encima de la mesa que tenia en frente.
Debia comprar otra, esta se encontraba algo vieja y podria encasquillarse en cualquier momento con facilidad.
Así que sin pensarlo mucho salgo de mi departamento tras cogerla y colocarmela en la cintura.
Hoy tocaría pasear por White City, la cual no hacía honor a su nombre. Porque era uno de los peores barrios de Londres. Se vendian armas de diferentes niveles y todo tipo de droga, pero con un tipo de control. No podian mover grandes cantidades fuera del estado, ya que de moverla fuera de este, se encargaba Evil. Y eso podria considerarse competencia para él.
Y él, eliminaba la competencia. Sin excepciones.
En cambio nosotros, la traficabamos dentro del estado solamente por ese mismo motivo. Y por eso las ansias de Nash en hacerse socio de Evil, sabia que una vez esto sucediera, Evil le daria tarjeta verde y le ayudaría ha abrirse camino por Europa y America.
Despues de 30 minutos en los que había estado conduciendo estaciono en un lugar algo alejado. Pero tan solo cerrar el coche veo como sale una enorme rata gris de una callejuela.
Me tenso, cuando detras de ella, le sigue otra.
Hay dios mio.
Pero camino al frente evitando mirarlas, no me daban miedo. Me daban un asco terrible.
Paseo mi mirada por los edificios desgastados buscando al unico que se encontraba en condiciones; el de Patrick.
Patrick era él que nos suministraba las armas, las suyas a nuestro parecer, eran las mejores. Era nuestro mejor vendedor y nosotros sus mejores clientes.
