Capítul⌖ 21

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ALEXANDRA

Mi corazon golpea con fuerza contra mis costillas al escuchar pasos apresurados acercandose a mi ubicación.
Habían dos escaleras, a cada extremo de la última planta. Los pasos se acercaban por la derecha, por lo tanto, debía ir por la izquierda.

No gasto tiempo en coger el francotirador del suelo, ya volvería a por el en otro momento. No podía cargar con el cuando venían a por mí.  Mas aún, cuando ni sabía cuantos eran.
Desenfundo la pistola de mi cintura y apresuro mis pasos a las escaleras.

Había visto como el coche de Duncan con los niños salía del polígono y eso, me habia hecho sentir bien. Que esos malditos perros no se hubiesen salido con la suya, era lo mejor de la noche.

Al terminar de bajar las escaleras paro en seco cuando veo a uno de los hombres de Blanco al otro lado del pasillo. Y no dudo un ápice cuando elevo mi mano y apreto el gatillo. Y como si se tratara de un juguete sin vida al que lanzan al suelo, asi cae cuando la bala sale disparada hacia su cabeza.

—¡Esta abajo!—Y ese grito varonil es la señal que necesito para empezar a correr.

Mi movil empieza a bibrar en mi bolsillo trasero. Imaginaba quien era él que me llamaba, pero no podia cogerlo. Tenía que salir de aquí. El sonido de un coche derrapando hace que me tense.

Fantástico, venían mas.

Paro en seco, cuando una bala pasa por mi lado derecho, a centímetros de mi cabeza. Observo de reojo su recorrido.

Un maton de Blanco, sonriendo y sosteniendo el arma todavia en el aire, grita;

—¡Que bien nos lo pasaremos contigo!

Vuelvo mi vista al frente y bajo mas escaleras, veía mi coche a lo lejos, no me faltaba mucho para llegar. Siento como mis piernas arden de correr, pero lo siguente que sucede, hace que me tense por completo.

Choco contra el pecho de una persona, haciendome retroceder e incluso perder el equilibro. Y si no hubiese sido por aquellas manos que me sostuvieron por los brazos, hubiese caido de culo al suelo. Elevo mis ojos y aguanto la respiración al encontrarme con unos ojos negros que me observaba molestos.

—Pensaba que mi rechazo ante ti no podia ir a más.—Aprieta su agarre, causandome una mueca en el rostro.—Pero para mi sorpresa, sigue aumentando.—Iba a contestarle pero sus ojos se retiran de los mios para observar a mi espalda.

Y tras el sonido de un arma y el brusco movimiento de Duncan, cierro los ojos con fuerza. Pero los abro de golpe al sentir el impacto de su pecho contra el mio. Me estaba abrazando pero habia cambiado nuestras posiciones. Observo su rostro contraído y endurecido, sus ojos miraban con atención mi rostro y pecho, buscando algún indicio de herida de bala. Pero quien habia recibido aquella bala por mí, había sido él, su hombro izquierdo estaba perforado. De la misma forma en la que aquella bala habia entrado, salió, por fortuna. Pero lo que mas me desconcertó, fueron sus ojos, que en ningún momento, abandonaron los míos.

Elevo mi mano pasandola por su cintura y abro fuego contra aquel matón que había disparado, el siguiente en recibir mis balas fue él último que quedaba, él cuál bajaba las escaleras, pero las terminó por bajar rodando al caer sin vida al suelo.

Me separo de Duncan tras sentir mi mejilla derecha con salpicaduras de su sangre.

—¿Los niños donde estan?—Lleva su mano a su hombro, presionándolo y señala con la cabeza a mi espalda.

EVILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora