06
¡Estoy muy emocionada! Aún mejor, más que súper. ¡Estoy increíblemente emocionada! ¡Creo que voy a estallar de la emoción!
¿Existe eso?
En fin, hoy es lunes. Y eso significa que al fin dejaré de trabajar en el bar de Colin y comenzaré a trabajar como secretaria en un afamado estudio de diseño de interiores. También significa que no tengo que trapear más mesas, no tengo que echar más pendencieros del bar, y por sobre todas las cosas, no tengo que limpiar más vómito de ebrios, que me pasó ayer y fue la experiencia más asquerosa de mi vida.
Antes de irme del bar, Colin me regaló un pastel que había comprado esa tarde y me hizo prometerle que me pasaría por allí en la semana para contarle qué tal me fue. Después me abrazó y me deseó mucha suerte, y aunque yo lo deseé con todas mis fuerzas, no me besó.
Me sentí un poco decepcionada.
Pero ahora estoy en el metro, vestida con unas de las mejores ropas que me traje de mi vida anterior, y dispuesta a triunfar en mi sueño. De acuerdo, no seré diseñadora de interiores sino una simple secretaria, pero realmente me gusta apuntar alto. Después de todo, tal vez reconozcan mi talento y me asciendan. (O tal vez se den cuenta que soy una total farsa y me despidan, susurra una vocecita en mi interior, pero decido no hacerle caso).
Salgo del metro, finalmente, y me encuentro frente a la puerta de vidrio que visité la semana pasada. Antes no me había fijado en el nombre de la empresa, pero resulta ser Creative Desings Union. Entro sin problemas, y una vez dentro, me encuentro con mi nuevo jefe, David Tate, quien me había entrevistado la anterior vez que vine.
-Me alegro de verte, Mia. Ven, te mostraré tu escritorio y te explicaré lo que tienes que hacer. Aunque tú ya lo sabes, ¿verdad?
Oh, demonios. Cierto, se suponía que yo trabajé como secretaria en la firma, y no como una abogada más.
-Tengo una idea básica -respondo -, pero me imagino que mis responsabilidades aquí serán bastante diferentes de las que tenía en la firma.
Toma, ésa si es buena.
-En eso estamos de acuerdo. Ven siéntate -me dice mientras me señala la que será mi silla de ahora en más. Acto seguido, se sienta en el escritorio a una distancia que me indica que si bien es amistoso, no es invasivo -. Veamos, ¿sabes cómo manejar las herramientas de Googe, como el calendario?
-Sí, por supuesto. -Eso ha sido sencillo.
-Perfecto. Ahora voy a explicarte un poco los programas de la firma y cómo funciona la impresora. No es mala, pero tiene su carácter.
~*~
La impresora es mala, definitivamente. Tiene maldad. En mi humilde expresión, ese pedazo de chatarra se alimenta con niños y usa su sangre para la tinta.
No es fácil creer que un objeto inanimado pueda tener tanta malicia. Desde que David me terminó de explicar todo, me mandó a imprimir unos documentos para enviárselos a los clientes o archivarlos. No tengo problemas en hacer que la información llegue hasta ese maldito aparato, pero las hojas se atascan. Todas las hojas, sin excepción. Y eso hace que tenga que imprimir todo página por página, porque las primeras tres hojas que intenté arrancar se terminaron rompiendo. Así que ahora, llevo impresas unas veinte páginas que logré rescatar intactas, tengo las manos horriblemente llenas de tinta, y ha pasado una hora. Estoy tan frustrada que siento ganas de gritar.
-Así que la vieja Betsy ha conseguido una nueva víctima, ¿verdad?
Me giro de un salto, y sin pensarlo, me aparto el cabello de la frente con una mano manchada de tinta. Maldición, ahora voy a tener la frente negra todo el día.
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De Princesa a Plebeya COMPLETADA
ChickLitEmily Abbott es una chica que lo tiene todo. Es elegante, culta, joven, hermosa, y rica. Increíblemente rica. Su familia está compuesta por la aristocracia estadounidense más antigua: sus abuelos poseen una firma de transportes marítimos, su madre e...