Preludio del desastre

99 10 2
                                    


En 2028 nació el primer niño mutante. Inusitadamente fuerte, asombró al mundo entero en general y a la comunidad científica en particular, que no lograba desentrañar los secretos guardados en su ADN. Se especuló mucho sobre su origen, ya que los padres no mostraban ningún rasgo fuera de lo normal, y miles de personas comenzaron a rendirle culto como a un dios. Al mismo tiempo que el fanatismo se propagaba por el globo, millones de escépticos empezaron a mirar con malos ojos al Sujeto X. Numerosas manifestaciones sacudieron el panorama internacional, y el nacimiento de los Sujetos Y y Z no hizo sino empeorarlo todo. Finalmente, ocurrió lo inevitable: un grupo de extremistas atacó a Y.

De poco sirvió que fuera en propia defensa, pues Y había carbonizado a más de 10 personas sin ni siquiera proponérselo.  En los tribunales, se firmó el Tratado Por la Conservación de la Raza Humana, por el que todos los individuos con poderes sobrenaturales quedaban despojados de su humanidad y derechos, y pasaban a ser propiedad del Gobierno de sus respectivos países. Y se encontraba conmocionado, y accedió a pasar el resto de su vida en una prisión de máxima seguridad ubicada en el mar y hecha por entero de materiales ignífugos.

Por su parte, X y Z desaparecieron del mapa, y nadie volvió a por hablar de ellos.

 Veinte años después, los mutantes ya son algo habitual. Nadie sabe de dónde proceden, pero la realidad es que a nadie le importa. En el momento en el que un niño se sale ligeramente de los esquemas del gobierno, se disparan todas las alarmas y se aplica el comúnmente llamado "Tratado de Involución". 

Cuando sólo queda el resentimiento y el miedo, dos jóvenes tratarán de salvar el pellejo y hacer cambiar la opinión pública desde un lugar tan poco influyente como la cárcel.

Mar aceradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora