Felicidades del pasado

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A veces, lo que realmente necesitas está enfrente tuyo. Está esperando por ti de una manera sincera, ansiosa, paciente. Esperando que voltees a verle. Esperando tu atención...

Lastimosamente, la mayoría de los casos y de las personas, ignoramos por completo algo que podría ser mejor para nosotros por estar empeñados en conseguir lo que queremos.

-Dios mio... Ese broche me lo ha dado mi difunta madre, pensé que estaría bien si me lo pusiera hoy con la mejor ropa que tengo para ir a verla... pero esto... no es justo lo que acaba de pasar...

Mientras decía eso en voz alta, entre sus sollozos trataba de buscar en el sucio barro su preciado objeto. Su cabello, negro como la noche estaba arruinado, sus ropas, aunque no eran muy agraciadas para ella lo eran todo, estas estaban completamente sucias del lodo producto del charco con la habían empujado. Las gruesas lagrimas que derramaba habían complicado su tarea al haber empañado su vista. Por lo cual ignoró a la mariposa negra que se dirigía a ella, o mas bien, hacia el broche... rápida y silenciosamente.

-Eso es, deja que los sentimientos negativos te posean mi preciosa doncerella...Te gustaría enseñarles la lección a toda esa gente que se burló de ti? Te daré el poder que necesitas, pero a cambio quiero que me hagas un favor. Consigue los los miraculous de Chat Noir y Ladybug. Si cumples, te prometo que tu belleza será ilimitada.

-A tus ordenes Hakwmoth

Dicho esto, Doncerella comenzó a destruir todo a su paso, se vengaría de esa ciudad que tanto se burló de ella, en especial de aquella que la empujó a aquel charco. Se vengaría robándoles algo muy especial.

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Marinette se encontraba dibujando vestidos, varias y varias paginas de diseños para ella y su Amiga Alya. Aunque faltaba un tiempo para la graduación...al menos un año. Pero ella Quería que ambas lucieran espectaculares el dia que salieran del instituto. Marinette pensaba que Alya tenia que dejar a Nino con la boca abierta, aunque su amiga seguía negando tener sentimientos hacia el moreno. Mientras ella por su parte, si no había logrado que Adrien Agreste la mirara antes de salir del instituto, se encargaría de asegurar su atención en aquel dia tan especial.

La peliazul tenia muchos pensamientos en ese momento, a veces envidiaba un poco a su guardiana, Tikki, quien se encontraba dormida plácidamente en su almohada. Todo era tranquilidad.

Hasta que ocurrió algo que sobresaltó a ambas.

Había un gran escándalo afuera, la gente vecina estaba gritando. Cuando ella asomó la cabeza por la ventana vio como un edificio enorme se despedazaba, tal y como si lo hubieran cortado en muchos pedazos, al mismo tiempo muchas personas habían salido corriendo, tenían un aspecto muy extraño, pues ninguna tenía ni un cabello en sus cabezas. Marinette tuvo la impresión que gritaban mas por el horror que les daba al verse calvos que por la misma villana que estaba aterrorizando París.

Era el momento de que Ladybug apareciera.

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-Madre, voy saliendo.

-Cuidate mucho hijo, pero recuerda que debes regresar temprano. Hoy como es mi dia libre tu padre regresará de la fabrica temprano, y esperará verte aquí para la cena.

Nathaniel cerró los ojos con recelo. Se le había olvidado ese pequeño detalle.

-Si mamá, regresaré temprano... solo iré a tomar un poco de aire. – dicho esto el pelirrojo salió de su casa.

No tenia problemas con su padre, al contrario, él amaba mucho a su padre y a su madre. Le habían dado todo lo que pudieron en el tiempo que tuvieron una fuerte crisis econó padre era un ingeniero industrial, pero algún enemigo del pobre Hombre se había encargado de que nadie en su anterior ciudad le diera un trabajo, por lo que, a veces sus padres no comían nada con tal de que Nathaniel pudiera saciar su hambre. Ambos se vieron forzados a trabajar todos los días todo el dia. Su padre como obrero y su madre en una oficina. Aunque los veía muy poco, Nathaniel tenia muy buenos recuerdos de cuando tenían momentos libres, los tres jugaban juntos, le contaban historias, le daban muchos abrazos, Incluso fue su misma madre la que le animó a dibujar.

Eran tiempos duros Pero felices.

Fue entonces que uno de los jefes de su padre vio que tenia talento, entonces le dio un puesto mayor, le ofrecían el triple de sueldo si aceptaba el trabajo y se mudaba a Paris. El hombre aceptó sin pensarlo, por el trabajo de su mujer no había muchos problemas, pues le pagaban una miseria. Asi que bien podía irse a aquella moderna ciudad de oportunidades, a hacer una nueva y mejor vida.

Nathaniel nunca imaginó que sus padres iban a cambiar tanto desde que pisaron esa ciudad.

Su padre, un hombre carismático y eficiente. No tardó nada en ascender a los puestos hasta convertirse en el jefe de la fabrica. Mientras que su madre ahora trabajaba en la administración de una famosa revista de moda.

Ya no tenían necesidad, pero ellos ya no parecían los mismos, ahora solo les importaba conseguir mas y mas dinero. Se volvieron adictos al trabajo y prácticamente lo olvidaron por completo, dejándolo algunas veces varios días comiendo solo o yéndose a la cama aun cuando ninguno de los dos llegaba.

Cuando sus padres decidían tomarse un día libre, era porque le iban a hablar a Nathaniel de lo bueno que era tener siempre dinero en su bolsillo y en el banco. Le dirían que tenia que elegir bien que iba a estudiar para que nunca jamas pasara por esa molesta pobreza. Que en su futuro debía ser un hombre con un titulo universitario que le hiciera ganar mucho dinero, aun si no le gustaba lo que iba a estudiar, el dinero era lo mas importante. Incluso más que su pasión por alguna otra cosa.

Por lo tanto, el joven se volvió callado, tímido, temeroso de lo que le podrían decir si encontraban sus dibujos. Pues él, lo único que deseaba era ser un dibujante, dedicarse por completo al dibujo, a la pintura. Era su manera de plasmar sus sentimientos y gritárselos al mundo. Incluso sus sentimientos por la linda Marinette.

Nathaniel se estaba dirigiendo a una vieja casa abandonada, tenia una especie de santuario ahí, Solia subir al segundo piso y simplemente dibujar todo lo que había pasado en el dia, todo lo que había sentido, si se sentía enojado, ir ahí le calmaba. Si estaba triste, él podía ir ahí a plasmar todo en el papel sin que nadie lo juzgara, sin que nadie le pudiera ver derramando lágrimas, añorando fuertemente la felicidad que tenía en el pasado. Si por el contrario estaba feliz, dibujaba muchos rostros sonrientes y muchas veces dibujaba a su querida compañera de clases, el tenerla cerca, al menos de esa manera le hacía feliz.

Estaba consciente de que solo podría tenerla cerca suyo de esa manera... porque después de todo, ¿quien se fijaría en un perdedor como él?

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He aqui mi primer capitulo. No me exijan mucho. Desde secundaria no escribo nada :') es bueno estar de regreso. Espero que les guste, esta historia está escrita solo por una fan mas. disfruten~~

Por cierto, doncerella tampoco me pertenece, Todo el credito de ese OC es para mi buena amiga Camila Abigail. Te quiero un monton pequeña saltamontes :'D

Si la vida te da tomates...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora