El amor de un artista

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¿Por qué Just An Extra estaba derramando tantas lágrimas sin parar? ¿Cómo pasó su akumatización? ¿Recordaba lo que estuvo haciendo? Para el pobre Nathaniel eran demasiados pensamientos en tan poco tiempo.

Verlo, tan solo mirarlo hacía que su corazón se partiera en pedazos. El chico de cabello azabache lloraba sin parar aun cuando las miradas de los que se encontraban dentro estaban sobre él. Incluso Ladybug, al verlo así de alterado trató de calmarlo.

-Gracias amable heroína, tu atención me resulta muy grata; pero me basta con la buena suerte que me has dado, gracias a ti no perdí lo poco que – en este punto, la voz del melancólico estudiante fue apagándose lentamente – lo poco que me queda de mis bellos recuerdos con ella...

-Descuida, me alegra que te haya ayudado más allá de un simple rescate – la peli azul le dio la espalda "¿Qué fue lo que le pasó para que se pusiera tan mal?, apenas en la mañana estaba sonriendo; y, ¿Por qué me agradece de no haber perdido algo?" pensó confundida mientras caminaba hacia un aturdido Chat Noir.

-¡Lady! ¿Cómo te encuentras? ¿Te hizo daño el villano? – el gatuno se encontraba aun sentado en el suelo, su cabeza le daba vueltas y trataba de quitarse esa molesta sensación.- ¿ocurre algo malo con aquel joven?

- Chat, es increíble que aun te preocupes por mí, realmente lo siento mucho – la mariquita lo abrazó, dejándose llevar por la emoción del momento- una vez más ha sido mi culpa, en verdad espero que me perdones!

-No Lady, no te culpes, fue mi decisión hacerlo... - el rubio se incorporó un poco, estaba decidido no iba a quedarse con la duda – ¿puedo preguntarte algo?... ¿porque sabías el nombre de aquel chico de la melena pelirroja y fuiste directo con él cuando llegaste? Oí que le dijiste que fue por Marinette... Pero la preocupada en ese momento parecías ser tu – sin poder evitarlo, dijo esto último en tono de reproche.

Un molesto pitido interrumpió el pequeño momento que compartieron ambos héroes, estaba por terminar el tiempo de la peli-azul

-Lo siento mucho gatito, pero no puedo quedarme contigo, de cualquier manera, hay algunas cosas que no te puedo contar amigo, espero que me perdones, adiós. – se dio la vuelta, ni siquiera chocaron sus puños de lo veloz que salió.

El rubio se quedó anonadado ante esa reacción, en su mente revoloteaban tantas dudas ¿de dónde conocía al pelirrojo? ¿Por qué tanta atención? ver que ambas chicas que eran de su interés se preocupaban por él le partía el corazón. Estaba celoso.

Los enfermeros de emergencias llegaron al poco tiempo que la heroína de parís se retiró, comenzaron a hacer revisiones a todos los afectados, acomodaron al pelirrojo en su silla, revisaron que estuviera bien y le dijeron que se había dado la orden de suspender clases en ese colegio, no había daños porque ladybug los había arreglado, pero varios estudiantes afectados se encontraban en crisis.

Cuando lo dejaron solo, giró la cabeza hacia todos lados para ver si su amigo el estudiante de medicina seguía ahí. Para su sorpresa ya se lo estaban llevando en una camilla, en algún punto se había desmayado.

-¡Esperen! – exclamó mientras trataba de acercarse a la mayor velocidad que se lo permitían sus brazos – quiero ir con él, somos amigos... o al menos ¡díganme su estado!

El hombre que se encontraba en el asiento del piloto, algo mayor, con lentes gruesos, algo rechoncho; se acercó al pelirrojo y le aseguró que todo iba a estar bien. También aprovechó para darle un brillante brazalete.

-Tu amigo lo estaba sosteniendo firmemente – le aseguró el adulto - aún en el momento de desmayarse lo enredó entre sus dedos. Como irá al hospital para un pequeño chequeo será mejor que te quedes con esto, es demasiado bonito y corre el riesgo de perderlo en el trayecto.

Si la vida te da tomates...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora