Thea
—¿Qué h-haces?— tartamudé.
—Busco algo que pueda comer, tengo mucha hambre.
—Ah, ¿has visto a mi mamá?— traté de no ponerme nerviosa.
—Está en el patio trasero con mi abuela. ¿Estás bien, Thea? Te miro un poco nerviosa— él sonreía porque disfrutaba verme así.
Asentí y caminé hacia la cocina, pasé a un lado de él y abrí una puerta que daba al patio. Al salir expulsé el aire que contenía. Jhon había sido el chico que se me declaró y yo lo rechacé, eso ya tiene años pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer. No me culpen, soy más grande por cinco años.
Ví a mi papá bebiendo una cerveza, mi mamá y la suegra de Oliver ponían una mesa y en ésta ponían algunos platos y cubiertos. Me acerqué a ellas sonriendo.
—¿Les ayudo?
La señora Mónica, la suegra de mi hermano, me miró —oh, Thea, me alegra verte de nuevo— y me saludó con un beso en la mejilla.
—Igual me alegra verlos de nuevo.
—Tu hermano estará contento cuando te vea.
—Hace un momento nos vimos— aclaré.
—¿Y a Jhon también?— ella sabía lo que había pasado. Sabía que había rechazado a su nieto.
—Sí, abuela, me la encontré justo apenas— habló él detrás de mi, di un brinco del susto.
—Dios, me asustaste— Jhon sonrió
—Lo siento.
El lugar se volvió incómodo para mí, Jhon me observaba tan fijamente que me dio escalofríos.
—¿Ma...?— me aclaré la garganta —, mami subiré a darme un baño.
Ella asintió. Caminé rápidamente y entré nuevamente a la casa, abrí una de mis maletas; tomé unos pantalones ajustados negros, una blusa de tirantes que se me amoldaba bien al cuerpo, mis bragas y mi sostén. Di media vuelta y ahí estaba Jhon, nuevamente, di otro brinco del susto.
—¿Todo bien?
Asentí —¿Siempre asustas a las personas?
—No exactamemte— se encogió de hombros.
—Deja de hacer eso, por favor.
Pasé a un lado de él y cuando iba a subir las escaleras, Jhon habló.
—Se te cayó esto— volteé a mirarlo y él tenía mis bragas en la mano. Sentí mi cara caliente de la vergüenza, fui hacia él y le arrebate las bragas.
(...)
Me miré al espejo y delinee mis ojos, puse un poco de sombra sobre mis párpados, me puse un brillo de labios, me agregué máscara de pestañas y un poco de rubor.
Suspiré sastifecha.
Mi celular comenzó a vibrar en el bolsillo de mis pantalones y lo saqué. Miré la pantalla y tragué saliva.
"Llamada entrante de Alex"