Capitulo 21

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Thea

Pasar unos días con mi familia me provocó un sentimiento de extrañeza, incluso ver a Jhon fue algo peor, casi no tuvimos contacto pero me sentía incomoda al estar cerca de él.
Alex no me había llamado ni me había mandado un mensaje, me salí del grupo en WhatsApp e inventé algo, agradecí que no me preguntaran.
Me encontraba sentada en el sillón y bebía un poco de café, estaba arropada con una pequeña manta, comenzaba a entrar otoño y era notorio el frío. Había llegado recién en la mañana a mi departamento, tenía el día libre y lo único que quería era estar recostada.

Recibí un mensaje, miré el celular y ví el nombre de Mare, me sentí mal porque por un momento creí que sería Alex.

Maree
¿Ya llegaste a casa?

Thea
Si, hace unas horas

Maree
Genial, ahora voy para allá.

Thea
Está bien

Necesitaba hablar con alguien y ella era la indicada. Quería llorar, quería comer helado, quería que Alex tocara mi puerta y me abrazara.

Estaba viendo alguna película romántica en la TV hasta que tocaron la puerta, me estiré un poco y fui a abrir.
Mare tenía un abrigo y lentes oscuros, aunque el día estaba nublado, a ella le gustaba usarlos.

—Cuentame ahora— fue lo primero que dijo y al instante mis ojos comenzaron a arder.

(...)

—Llámalo.

—¿Qué? ¡No! Me niego— le había contado a detalle la situación, ella solo se limitó en asentir.

—Anda, tú deberías de dar el siguiente paso, es bastante claro que él ya lo dio llamándote. Ahora, es tu turno.

Arrugue la frente, Mare tomó mi celular y marcó el número de Alex, puso el altavoz y lo acercó a mi boca.
El tono sonó varias veces, mi corazón latía y sentía un hormigueo en el cuerpo.

—¿Hola?— escuché su voz y me puse nerviosa, era como si fuese la primera vez que hablaría con él.

—¿A-Alex?— tartamude. Mare articuló un "relajate" y así lo hice.

—Oh, Thea, ¿cómo estás?— estaba cien por ciento segura que Alex se encontraba sorprendido.

—Supongo que bien— suspiré —, Alex, lamento el haberme comportado así, solo que me molestó que hablarás de... ella, sé que no hay motivo para enojarme de esa manera.

—Nena, no tienes que lamentar nada, fui yo el que habló de ella y en serio lo lamento. Ahora estoy contigo y no debí de decirlo, lo siento.

—Entiendo Alex, descuida, yo también te quiero— recordé que no pude decírselo la última vez.

—De verdad se siente muy bien escucharte decir eso.

—Entonces, ¿todo bien?

—Sabes que sí— rió, sentí un alivio escucharlo reír —¿Podemos hablar mañana? Ahora debo de ir a dormir, recuerda el horario. Bueno, no precisamente mañana, porque ahí seria mañana y aquí noche, tú entiendes ¿no?

—Sí, no te preocupes, hablamos cuando te desocupes.

—Muy bien— suspiró —, te adoro.

Y colgó, sonreí tontamente.

—Pero que romántico.

Mis mejillas ardieron —Cállate Mare, no arruines el momento

—Ya, está bien.— Miré el reloj y ya comenzaba a oscurecer, ella se dió cuenta —¿Crees que pueda quedarme aquí?

Asentí —así podemos ir juntas al trabajo.

—Claro.

Me dirigí hacia mi habitación para preparar algunas sabanas por lo mientras en lo que ella iba por sus cosas.

—¿Mare?— hablé antes de meterme, ella volteó a mirarme —Gracias por esto.

—De nada, para eso estoy, para hacer razonar tu cabeza hueca— rió y yo hice lo mismo.

Suck It And See (Alex Turner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora