Alex
Abrí los ojos, todo daba vueltas, lo primero que miré fue una silueta de una chica; mi exnovia.
-¿Qué haces aquí?- dije un poco bajo.
Ella rió -solo quiero hablar- su rostro se volvió serio -. Me cambiaste Alex, ¿cómo pudiste? Te sigo amando.
-Pero yo no, ya amo a alguien más- me di cuenta que estaba recostado en mi cama, toqué mi cabeza, dolía bastante.
-Ah, cierto, tu noviecita Thea.
Mi boca se sintió seca y me puse de pie -¿Cómo sabes de ella?
-Una relación a distancia, regresaste para verla y, por si fuera poco, le escribiste una canción, eso es tan romántico- buscó en su bolso y sacó unas fotos -. He estado vigilándola, si no quieres que nada malo le pase, termina con ella ahora- puso mi celular frente a mi.
Me puse nervioso, busqué a Thea entre mis contactos y la llamé.
Contestó después de varios pitidos -¿hola?
-Hola Thea- mi mente se puso en blanco
-¿Cómo estás, Alex?
-Bien, bien- no sabía que decir, romperle el corazón jamás estuvo en mis planes.
-¿Sucede algo?- preguntó preocupada.
-No, no, ¿estás en tu casa?
-Sí, ¿por qué?
-Lo lamento- y era cierto.
-¿Por qué?
-Solo escucha- suspiré -. Lamento hacer esto, lamento cualquier cosa que dije, lamento hacerte creer que te amaba- cerré los ojos. Me tragué el nudo que comenzaba a sentir en mi garganta.
-Estás bromeando- rió pero sin gracia -, Matt te obligó a hacerlo, ¿verdad? Dime que Matt te obligó.
-Nunca he sido más sincero en toda mi vida- sabía que le estaba rompiendo el corazón.
-No- susurró.
-Sigo enamorado de mi exnovia ¿Entiendes? Siempre la amé, solo te usé para olvidarla y no funcionó. ¿Escuchaste? ¡Fuiste usada! ¿En serio creíste que uno de los mejores cantantes de una banda muy reconocida saldría con una... Una secretaria? Ella es mucho mejor que tú, por eso la busqué- quería llorar. Miré a mi exnovia, ella tenía una sonrisa de satisfacción en su rostro.
-Deja de mentir- susurró nuevamente.
-No estoy mintiendo, adivina quién está aquí conmigo justo ahora- extrañamente eso tampoco era mentira.
-Eres un imbécil, te juro Alex que si esto es una broma, no te lo perdonaré- su voz cambió a una firme.
-Thea, deberías dejar de mirarme con ojos de amor. Supéralo.
-No creí que me hicieras esto, eres un grandísimo idiota- y colgó.
La chica frente a mi sonreía triunfante -fuiste muy directo, pobrecita- me arrebató el celular y lo pisoteo con sus enormes tacones.
-Largate de mi casa, ya hice lo que me pediste. ¡Ahora vete!- estaba enojado y lo último que quería era verla.
-Tranquilo bebé, esto lo hice por nosotros- se acercó a mi pero me alejé -. Bien, mañana vendré cuando estés mas calmado, ahora, a Thea no le pasara nada, créeme- ajustó su bolso a su hombro y salió.
Grité, rompí y aventé todo lo que veía, lentamente caí al suelo y cerré los ojos.
Sentí unas manos en mi cuerpo y me levanté de golpe, no supe cuánto tiempo pasó pero Matt se encontraba viéndome. Caí en cuenta que nuevamente estaba recostado en mi cama.
-¿Qué demonios, Alex?- fruncí el entrecejo.
-¿Dónde estoy?
-Eh, ¿en el departamento?- respondió dudoso.
Tomé mi celular y busqué el número de Thea, no me aparecía nada; ni fotos, ni llamadas, absolutamente nada. Me sentía tan confundido.
-Te notas nervioso- dijo Matt -, creo que tuviste una pesadilla.
-¿Por qué lo dices?
-Te movías mucho y susurrabas un nombre.
-¿Qué nombre?
-Creo que era Thea.
¿Realmente todo fue un sueño?
Tecleé un número rápidamente y envíe un mensaje.
Alex
Hola
Número desconocido
Tú eres..?
Alex
Perdón si molesto, estoy aburrido
La historia se repetía, una vez más.
