Había pasado casi una semana desde el incidente ocurrido con Bert cuando las cosas comenzaron a complicarse, está vez de enserio. Gerard no sabía con exactitud cuánto tiempo había transcurrido, pero nunca más había vuelto a ver al sujeto de cabello largo en el departamento, así como tampoco a ninguno de los otros 'amigos' de Frank que siempre solían concurrir para drogarse y divertirse. Simplemente las visitas cesaron y Gerard estaba bien con eso, jamás había confiado en aquella gente en primer lugar.
Su herida también estaba mucho mejor, ya no dolía tanto como solía hacerlo y poco a poco fue dejando de ser dependiente de las píldoras para el dolor. El lado negativo de aquella mejoría era que ahora estaba más consciente de lo que sucedía a su alrededor, y eso lamentablemente incluía a los abusos de Frank. Gerard había creído que quizás ya no sería tan malo con él luego del asunto con Bert, pero nuevamente se había equivocado. El moreno no cesó ni se guardo ningún maltrato que tenía reservado para él, de hecho, Gerard lucía un hermoso hematoma nuevo cerca de su ojo izquierdo al haber roto un plato por accidente.
Así que las cosas en el apartamento en realidad no habían cambiado mucho, con la única excepción de que los vecinos ahora murmuraban entre ellos de cómo habían visto llegar al pobre chico del 2B la otra vez, refiriéndose obviamente a Gerard cuando este había sido sacado a la fuerza del hospital, a pesar de la fragilidad en la que se encontraba en aquel momento. Los chismes en el complejo de edificios no se detenían, por esa misma razón no debería de haber estado sorprendido cuando se encontró con Davy fuera de su puerta, pero lo estuvo y mucho. Comenzó a pensar en lo peor apenas vislumbró su conocido cabello castaño a través del agujero.
— ¡Gerard, abre! ¡Sé que estás ahí! —bramó este sin dejar de golpear a la puerta, decidido a ser atendido por Gerard. Gerard no supo qué hacer, recordaba muy bien lo que había ocurrido la vez anterior y no quería que se repitiera. Afortunadamente, Frank no estaba en casa pues había salido como solía hacerlo a esas horas de la tarde, pero el temor de ser descubierto le dominaba todos los sentidos— ¡No me iré hasta que me abras! —continuó con su golpeteo, el cual presumiblemente se escuchaba en todo los confines del edificio. El ruido cesó de pronto cuando finalmente se decidió por abrirla, dominado por la situación.
— Davy, estoy ocupado... —comenzó Gerard, pero Davy se abrió paso hacia el interior del apartamento, para gran horror de Gerard. Si Frank lo encontraba en presencia de otro hombre su furia sería catastrófica.
— Ya no mientas, Gerard. Sé lo de tu novio. Él te maltrata, ¿no es así? —quiso saber. Gerard se quedó mudo del asombro, quería decir algo pero las palabras se le atascaron. Y cuando lo logró no estaba orgulloso de su balbuceo incoherente.
— No... No sé... a qué te refieres.
— Los vi llegar el otro día. Te vi a ti y no me agrado para nada tu aspecto, te veías enfermo. Tanto que ni siquiera podías caminar correctamente —afirmó el más alto con palabra firme y mirándolo fijamente— Y ya no puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo que alguien que conozco está sufriendo y no hago nada al respecto.
— No es tu asunto... Es mío y de nadie más —contradijo Gerard, mirando nerviosamente la puerta de vez en cuando.
— Se volvió mi asunto cuando tú mismo me abriste la puerta la otra vez y aceptaste ayudarme. Ahora es mi turno de hacerlo —dijo seriamente Davy— Quise venir antes, pero no tuve oportunidad. Tu novio parece estar vigilándote como un buitre a su presa— Gerard quería gritarle, decirle que se fuera por su propio bien y si valoraba su bienestar que no regresase jamás.
— No lo entiendes... Debes irte ahora, Davy. O del caso contrario...
— ¿Qué? ¿Qué va hacerme el ogro de tu novio si me ve? ¿Golpearme como lo hace contigo?
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Scars on my skin ↠ Frerard
FanficFrank Iero es un individuo violento, frío, y controlador. Gerard Way se encuentra bajo los constantes maltratos y abusos de Frank.