Capitulo25- Persecución

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L
a rama golpeo la costilla derecha del hombre, soltó unas palabras obscenas, pero eso no lo detuvo y me tomo de hombros, me hizo caer en un montón de hojas, tome un puñado de tierra y la lance a su cara, él retrocedió frotando sus ojos, gatee para ganar distancia y luego eche a correr, cruce rápido unos cuantos arboles hasta que alguien impacto contra mi cuerpo, me golpee la cabeza con el piso, enfrentando mi aturdimiento y obligando a mi cuerpo a reaccionar tome fuerzas, debido al miedo empuje al tipo , él me ataco pero rodé evitando que cayera sobre mí.

—¡Ven aquí! —Bufo.

— ¡Vete a la mierda! —Ya estaba harta de esta situación.

Impacte su cara con mis zapatillas deportivas, él se alejó un poco soltando maldiciones, mientras me puse de pie, tomo mi cabello en un puño y golpeo mi cabeza contra un árbol, le pegue un codazo en el pecho y se tambaleo, la sangre proveniente de mi frente empezó a caer en gotas en mi blusa verde, estuve segura en ese momento de que estos tipos querían matarme.

— ¡Bruja de mierda! — Grito.

— ¡Déjame en paz imbécil!

Me dio una bofetada y yo le devolví el golpe con un puñetazo, aunque dudo que mis nudillos causaran el mismo dolor que su palma, el tipo aferro mi muñeca izquierda, sin pensarlo clave mis dientes en su brazo tan fuerte que el sabor a oxido de su sangre llego a mi paladar, me soltó y gimiendo de dolor se sostuvo en un árbol, el hombre de los arbustos apareció y me dio un empujón, caí al piso y al instante divise una roca. — perfecta para noquear—Pensé. Espere a que se acercara, entonces la tome y lo golpee repetidas veces en la cabeza, sí, ya hasta estaba siendo un poco cruel, pero si no, no llegaría a casa viva, ni muerta, el hombre se desplomo, el otro se acercaba a mí, le lance la roca la cual impacto su pecho y eche a correr, ¿Cómo es que había podido escapar de aquellos dos hombres? era la primera vez que golpeaba a alguien de aquella forma, quizás, las situaciones nos obligan a cambiar, nos hacen crueles, porque tememos ser lastimados, y no nos dan otra alternativa más que pensar de manera fría y sin darle paso a sentimientos que posiblemente nos harían débiles. Algo impacto mi cabeza y entonces me sentí en la nada, todo se tornó oscuro y luego...

— Despierta Laura. — Escuche una voz masculina.

Su voz se escuchó distante, pero fue suficiente para obligarme a despertar, escuché el sonido un metal contra metal, era tan molesto y entonces abrí los ojos. Las luces segaron mi vista por unos minutos y los cerré nueva vez, unos segundos después volví a abrirlos, las cercanas luces de antes se alejaron, pero aun había claridad, mi visión tomo color, un hombre de tez blanco, de pelo negro, con anteojos grandes y bata blanca toco mis ojos y gemí de dolor, aunque él apenas me había tocado.

— Doctor. — Dijo una mujer que estaba en algún lugar de la habitación.

—Está bien Steyci, la revisare para que luego vengan a verla.

El lugar tenia paredes blancas y un montón de máquinas, unos cuantos asientos, una pequeña mesita y la cama en donde me encontraba.

—Bien Laura. —Dijo el hombre. — Soy el doctor Marcos, tuviste algunas lesiones, pero me estoy encargando de ellas.

— ¿Quién es Laura? —Le pregunte.

—Oh, ya veo. — Se dijo así mismos. —Lo que temía. — Toco mis pies. — ¿Quieres decirme cómo te sientes?

—¿Qué sucedió?

—Oh cariño, eso no lo sé. —Ahora tocaba mi cabeza.

—Solo dígame ¿cómo llegue aquí?, ¿Por qué estoy lastimada? —

Amantes Del Caos [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora