Capitulo11-¿Enamorados?

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Subí los escalones y entré a mi habitación, las paredes blancas no hacían más que resaltar la hermosa decoración de colores lila y madera. Me quedé quieta de golpe casi soltando un grito cuando note a Zack sentado en mi cama, al verme sonrió y se puso de pie, su pelo estaba alborotado como siempre pero se había cambiado a unas bermudas azules, mire su muy trabajado abdomen ―¿Por qué? ―suspiré. ¿Acaso quería hacerme la vida imposible o no encontró ninguna camiseta?, creo que lo primero era más lógico.

―Acosador ―dije sin emoción.

―Encuentro romántico ―sonrió.

―Demente ―rodé los ojos.

―Loco por ti ―volvió a sonreír.

Cuando Zack tocó la punta de mi nariz con su dedo índice derecho no pude evitar mirarlo a los ojos y me perdí en el miel de estos.

―Creo que soy una abeja ―solté sin pensarlo.

―¿Qué? ―Zack frunció sus cejas medio en broma, medio confundido.

Me ruboricé de vergüenza. ―¿Cómo pude ser tan tonta? ―pensé. Zack echó a reír y luego me inspeccionó de pies a cabeza.

―Sabes, no es miel comestible al menos que saques mis ojos y te los comas abejita ―sonrió.

―Eso sería muy cruel ―puse cara de asco.

Zack trazó la línea de mi mandíbula y luego besó mi cuello, solté un gemido por lo que aquello provocó en mí. Quito la liga que sujetaba mi pelo rizo haciéndolo caer en alborotado un poco arriba de mis hombros. Colocó sus manos en mis omóplatos y apretó mi cuerpo contra el suyo, lamió el lóbulo de mi oreja y luego mordisqueó la misma. Sin darme cuenta de ello eché la cabeza hacia atrás dejándome llevar de las apasionadas caricias se Zack. Me levantó tomándome por el trasero y rodee su cintura con mis piernas, se sentó sobre el colchón de mi cama dejándome en sobre su regazo. Bese y Lamí su cuello y gimió, solté una risita y Zack me tiró de espaldas contra el colchón y se abrió camino entre mis muslos.

―Podría hacerte mía ―murmuró.

―No contesté―. Bajé la cabeza temiendo encontrarme con su mirada. ―¿Qué había querido decir con eso? ¿Qué le impedía tomarme? Él me conocía y sabía cuánto me gustaba, él sabía que si me utilizaba yo no le pondría límites. Como si escuchara mis pensamientos dijo:

―No es suficiente, el hecho de que pueda utilizarte no lo es.

Zack se levantó, me dio una mirada sin expresión y salió de mi habitación.

―¡Zack! ―grité, pero no hubo respuesta.

Apague la luz de mi habitación y me metí bajo las sábanas. ¿Qué sucedía con Zack?, no podía entenderlo, ni siquiera estaba segura de que era realmente su novia. ―¿Enamorados?, ¿acaso lo estábamos?. Yo sabía el lugar exacto de mis sentimientos, yo sabía que estaba loca por él, pero así como él, también sabía que lo nuestro era complicado.

Christ estaba en la sala usando solo unos bóxer grises mientras esquivaba los cojines que Ana le lanzaba como si fueran misiles. Me eché a reír contemplando la escena.

―Hola Laura araña ―dijo Keysi.

Me fije en sus shorts rosa y su blusón, baje la mirada a sus pies notando el color rojo de sus uñas. Keysi pasó una mano por su cabello y luego me sonrió.

―Zack me llamó ―dijo para fastidiar―.Vuelve hoy, me llevara a cenar, ¿no es él un amor?.

Su vuelo llegaba a las 12:30 pm. Dryan y él se habían ido hacía ya una semana. Mire a Christ manteniendo aún toda mi atención en Keysi.

―Sabes entiendo que seas una perra, pero te daré un consejo: no seas una puta ―le dije sin quitarle la mirada a Christ.

―Calma tigresa ―levantó ambas palmas al aire―, sólo estaba bromeando. La verdad es que Zack me dijo que te lo dijera.

―Disfruten su cena.

―¡No tonta! El recado. Tú saldrás con él no yo.

―¿Eh?

―Lo oíste. Sólo para que no especules, no diré esto porque quiera ser tu amiga, pero entiende esto, Zack es sexy sí, es travieso sí, es guapo sí, ¡debería ser un maldito playboy!, pero yo tengo otro objetivo.

―Christ ―adiviné.

Keysi se ruborizó y se alejó, Christ lo notó y corrió como un perrito tras ella. Sonreí al ver la escena. No, no soy bipolar, pero hay que admitirlo eso fue tierno.

―Esos dos ―dijo Ana.

―Sí lo sé ―sonreí.

Zack volvería esta noche, no habíamos vuelto a hablar desde la noche que me rechazó y estaba algo nerviosa respecto a la cena. Mis pensamientos tomaron un curso distinto y me encontré preguntándome ¿Por qué Zack y Dryan se habían ido por una semana sin comentarme nada?―. Dejaron a Chris para cuidarnos, pero dudo que ese tonto tomara algo en serio en su vida. ―¿Cómo iba a atacar un potencial asesino? ¿le tiraría bombas de chistes?―. Ellos ocultaban muchas cosas y cada vez más estaba consciente de ello, iba a descubrirlos, estaba segura de ello.

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