El valiente llora,
como el niño,
al olvidar,
como ese pez azul,
que a Nemo ya no puede recordar.
El olvido duele,
como una madre al ver morir,
a su ángel del cielo,
a su pequeña codorniz.
Ya no se donde estoy,
tampoco porque estoy aquí,
¿cómo es que me llamo Dori,
y no me acuerdo donde viví?
Estoy perdida,
en el fondo del océano,
la vida es dura,
más que el propio infierno.
Y no se porque menciono eso,
si ir o no me da igual,
¿porque no puedo recordar?
¿quien son mis papas?
Y esque ya no me acuerdo ni de aquella,
aquella historia que escribi,
yo me llamaba Dori,
y a Buscando a Nemo escribi,
pero qué graciosa la ironía,
que en aguas ahogadas lo converti,
Buscando a Nemo dicen,
quizás Buscandome mas a mi.