Lienzo

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Willow está parada frente a un caballete pequeño que sostiene un lienzo, con una paleta llena de oleos en su mano derecha y un pincel en la otra.

Peeta a su lado, sostiene la mano de Willow y con mucha delicadeza se mueven a la par dejando trazos de pintura de distintos colores.

Desde pequeña, Peeta la incentivó a dibujar y pintar, y ella adora esas actividades.

A los cinco años, llegó de la escuela y nos mostró un dibujo que hizo de un sinsajo durante la clase de plástica. Los trazos eran perfectos, como lo eran los de Peeta a esa edad.

Peeta y yo la felicitamos. Mi esposo estaba realmente emocionado, la abrazó y besó su frente, y le prometió que pronto le enseñaría a pintar sobre lienzos.

Aquí están, compartiendo su pasión, mientras yo observo como mi hija demuestra ser tan buena como su padre.

El talento pasa de padres a hijos.

PANEM ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora