Estamentos de Honor (Larry Stylinson)

Capítulo I

Un cielo encapotado los cubre, como siempre. Aquel gris monótono e insípido se extiende sobre sus cabezas. No siempre fue así, sin embargo uno se acostumbra, pero a lo que aquel chico de piel naturalmente bronceada no se acostumbra, es a la indiferencia.

Sí, indiferencia.

No cabe en su mente, el cómo seres humanos pueden encontrarse en una situación tan deprimente. Inconscientemente se le forma una mueca casi imperceptible, pero está ahí.

Sus ojos observan a dos niños de ¿nueve?

Sí, tal vez nueve años de edad, adentrándose en las alcantarillas con el típico traje monótono de los Bronze, gris. Igual que el cielo, que los edificios e igual que el de las almas de varias personas.

Louis casi chilla al ver a la pequeña, tal vez la menor, caer adentro de eso. Pero lo único que hace es ahogar el sollozo que siente venir y en cualquier momento puede salir. Quiere bajar, se muere por bajar, pero no tiene que bajar. Patéticamente pone una mano en el cristal de su transporte, como si aquello brindase ayuda o consolase siquiera la mala suerte de aquella niña, eso lo deprime más.

Y lo indigna.

Pero he ahí su lado egoísta, porque él no es el culpable de lo que posiblemente los padres, abuelos o bisabuelos de aquella indefensa niña tuvieron que hacer. Qué pasa si sus antepasados fueron parte de los rebeldes que causaron algún que otro incendio en forma de protesta.

Siendo así, hasta allí también llega su misericordia, porque todo en aquella vida se gana.

Se ganan la gloria y el fracaso.

Y todo aquello está grabado en estúpidos estatutos. Porque de eso se trata el honor ¿No?

Así como sus ancestros tuvieron que destilar sangre para posicionar en un pedestal intocable a la familia Tomlinson... corrección a los Or. Tomlinson. Ellos tuvieron que cometer algo deplorable para encontrarse ahora en esa clase de situación.

Es impresionante la manera en que sus pensamientos cambian de un segundo a otro. Sin embargo, en sus plegarias de todos los días ruega por tener una vida honrada y un corazón puro, es que...

—Mierda —susurra.

El timbre su comunicador lo asusta en sobremanera. Pero jamás le dará la razón a Niall, con lo de que "Tiene un corazón de pollo"

Observa el número del emitente y todos sus músculos se relajan al comprender el dialecto de cuatro letras y un "corazón" que anuncian el nombre de su prometido en la pantalla del artefacto. Que por cierto está en otro transporte— es que trae los cuadros para su exposición, pero como él no va dejar solos a sus cuadros, marcha en el vehículo con ellos—. No puede contener su sonrisa estúpida al contestar la llamada.

— ¿Zaynie? ... ¿Qué pasó? —lo dice tan suave que parece un susurro.

—Nada Boo. Yo aquí perfecto, sabes que el olor del óleo concentrado, no me hace nada mal. Pero bien ¿Qué tal por allí bebé? ¡¿Demi se porta bien contigo verdad?! ¿Tienes frío? Sabía que tenías que haber venido conmigo, ella hizo uno de sus números de "Zaynie es un idiota" ¿verdad?, no me digas que se puso a cantar. Dile a Niall que se detenga, ya bajo a por ti. No te...

—Amor, amor, amor. A ver, a ver, respira conmigo precioso. Inhala... exhala. Ya pasó —bromea casi estallando en risas. Prácticamente puede ver cómo Zayn pone los ojos en blanco y frunce el ceño de esa manera tan sexy— Lo importante es que Demi durmió la mitad del viaje y la otra mitad se la pasó de golosa con el Horan, así que, todavía no se puso a cantar. Pero no te ilusiones.

Louis escucha la melodiosa risa de su pretendiente al otro lado de la línea.

—Okay Boo, hablando en serio. Debiste quedarte aquí, te haces extrañar cuando no estás conmigo. Pero ya tienes suficiente de descansar de mí. No veo la hora de que nos casemos, para ésta clase de cosas no sucedan más. Adiós, te amo... demasiado.