Capítulo VII

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— ¿Algodón o seda?

Acaba de preguntar Jay tras el probador, mientras Louis se prueba otro pantalón. Hace una mueca, no muy contento con la forma de que la prenda encaja entre sus piernas.

—Creo que seda, cashmere, algodón egipcio y pima estarían bien. No los quiero muy ajustados madre, no me gusta cómo se me ven las caderas con esa clase de corte... Y lo sabes —balbucea con fastidio lo último.

Su madre no emite otra palabra y va a buscar lo que ella ha prometido.

Éste es su segundo día como prometidos oficiales. Entonces, como el protocolo requiere, o más bien como el cotilleo requiere, deben de empezar lo antes posible con los preparativos para la boda.

Y gracias a que ellos son devotos del protocolo, ya han pasado esa segunda mañana de compromiso por más de doce tiendas, de ropas, costureras, modistas y hasta presentadores de montajes. Tal y como se lo prometió su cónyuge la noche anterior luego de su llegada.

—Boo, ¿Qué dices? —susurra emocionado. Abre las cortinas para mostrarle a Louis el atuendo que lleva, esperando ansioso la opinión sobre el conjunto.

Está llevando un traje negro con bordados de tono ocre metálico, la camisa oscura que tiene puesta es de cuello alto, dejándole una exquisita postura mientras le sonríe al ojiazul.

Louis no duda en corresponderle el gesto.

— ¿Negro? —inquiere torciendo la expresión— No estoy diciendo que no te veas coqueto en esas piezas... Pero no quiero negro.

Zayn asiente inmutable.

—Está bien, lo que tú digas. —deja un corto beso en los finos labios, desatándose la corbata para cambiarse de vuelta la prenda. — Pero igual me lo llevaré ¿Beige está bien entonces?

Louis aprueba eso y el moreno termina por retirarse.

—Cocon, ¿Qué piensas de éste?—Jay sostiene otra prenda.

El castaño piensa que es una muy buena opción, pero el color no le atrae.

—No, el color es aburrido. Será una boda no un velorio madre, además, no quiero llamar excesivamente la atención. —se queja, su madre rueda los ojos.

— ¡Por los cielos! Estás imposible esta mañana —se retira a cambiar la prenda por otra— ¡Volveré! ¡Hoy elegirás el atuendo!

No es que él esté imposible, es que no le cautiva ninguno de los trajes y accesorios que le traen simplemente no son de su agrado, todos son plásticos y sin forma, o muy ajustados, algunos se muestran demasiados exagerados para él.

Está en un periodo inestable y quiere acostarse en su cama y comer helado, tal vez hablar con Demi y luego tener un rato de amigos. Pero no puede ahora.

«Se me ve bien»

Piensa mientras hace perspectiva desde su posición para poder apreciar todos los ángulos posibles de la prenda, ésta sí le gusta, no se aprecia muy ajustada, tampoco es muy formal, la camisa posee un tono verde musgo, semejante al pasto maduro, semejante a esos ojos...

« ¡¿Qué?! »

No, él no acaba de pensar en eso. No lo ha hecho. Porque el Or Louis Tomlinson no es un adultero, o esa era su creencia hasta hace tres días. Sin embargo, su postura está un poco... no tan firme, mientras el chico castaño sigue sin entender el porqué. Él no está en sus mejores días. Y las siguientes galas que vuelve a traer su madre, definitivamente no ayudan el resto del tiempo que han acaecido en la tienda.

Estamentos de Honor (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora