Capítulo IV

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-Se ven felices juntos -comenta Kendall observando la portada de la revista que contemplan los tres tras el mostrador de la compañía.

Harry guarda todos sus comentarios personales esta mañana, sólo quiere esconderse, pero su ética y reputación le obligan a quedarse, que difícil situación.

En la portada de la revista más codiciada por todos los aspirantes a excelencias y las mismas, allí bajo el título Charme nombre propio de la compañía publicitaria, está la que según ellos debe ser "La pareja perfecta"

Un chico castaño y uno moreno posan para la cámara, vestidos de colores suaves, con el fondo blanco, proporcionan una representación parecida a una casita de azúcar, debido a las mezclas de colores.

Louis lleva una camisa rosa pálido con esos tirantes que lo hacen ver tan delicado, Zayn luce una camisa satén de azul profundo con un moño blanco adornándolo, éste último lo abraza en lo que pareciere una toma espontánea de sus carcajadas, ambos se aprecian dichosos, felices, prósperos en esa maldita portada, pero eso no es todo para Harry hasta que lee el artículo que dice fulguroso.

«"La velada soñada" Es así como el Or Tomlinson nos describe en pocas pero certeras palabras lo emocionante que se vivió en su anunciación. ''Yo creo que hubo algunos errores, pero por gracia, nada se complicó tanto" concluye. ''¡Bien hecho Or Malik, sublime elección! »

-Creo que tengo que ir a ver si es que llueve afuera -murmura en un hilo de voz retirándose cabizbajo del lugar.

Ambas excelencias comparten miradas. Sin embargo la blonda, como la mayoría de las veces pronuncia las primeras palabras.

-Después soy yo la que arruina momentos, bien hecho querida -concluye con el ceño fruncido.

-Fue mi primera oración de la mañana ¡Vamos Cara! -se queja de forma infantil.

-Es.por.eso.que.yo.siempre.hablo -sentencia con ironía.

Mientras eso, el chico de ojos esmeralda hace contacto con la brisa que golpea abruptamente su tez al salir del edificio en la solana del mismo, el invierno aún deja huellas en aquel lugar.

Huellas que no solo se quedan selladas como escarcha en los vidrios, huellas que lo hunden, pero por más que lo pretendiese no puede escapar de ellas. Cree que inclusive el resto de lo que es un invierno que pasó, no le hizo sentir el frío lo suficiente como lo han hecho aquellas palabras.

Lo llamó "error" ¿Cómo demonios querían que se sienta después de eso? ¿Por qué aquellos editores tienen que ser tan crueles y despectivos con él?

Si bien ha sido su primera Visita y él no tiene tanto que refutar en cuanto a lo pasó con el baile, él se siente perturbado... ¿Ofendido tal vez? O dolido es la palabra adecuada. Cada vez que se hace la idea de aquél querube emitiendo las frases que tal vez y para toda la Mort son inclusive cómicas, pero él no lo considera de ese modo, porque le hacen sentir insuficiente, siente que no es lo suficientemente bueno para las expectativas de Louis, por más empeño y esfuerzo.

Siente que la Mort es una gran tela de clasismo monótono y mediocre. Y lo que lo saca de sus casillas en aquellos instantes es que él es uno de ellos ahora.

Es un Or, le guste o no.

Frena su andar nervioso después que su comunicador vibra en su bolsillo, cuando lo nota y lee el identificador de llamadas tiene que sorber por su nariz y volver a ponerse el "saco" del título que lo define. Aclara su garganta para hacer pasar aquel amargo nudo, contesta.

-Or Tomlinson... sí, estaba esperando por su llamada... Pasaré a su mesón luego.

(...)

Siente sus pies fríos, aquella corriente helada se abre paso por la ventana, quiere cerrarla apenas se da cuenta, pero tiene un peso muerto encima suyo, éste se halla abrazándolo de forma afable y austera al tiempo que le otorga una calidez confortable, lo considera una cobija humana, capaz de hacerle sentir a gusto y simple, todo en un paquete con ojos ámbar.

Estamentos de Honor (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora