No sabía dónde meterme, maldita sea, ¿por qué tenía tanta mala suerte? Dos pares de ojos me miraban expectantes. Un nudo se formó en mi garganta. Y también en mi estómago, iba a morir. Mi madre me tiraba dagas con los ojos, me estaba dando una mirada mortal, en cambio mi padre me miraba con pena, con decepción. Sentí un movimiento en la cama y ahí recién me acordé de que no estaba sola en la cama. Mi cara de nada estaba despertando. Me miró y me sonrió. Al ver mi expresión preguntó:—Pendeja ¿Qué pasa? — dijo confundido. Luego dirigió su vista al frente, frunció el ceño con confusión.
—Tú degenerado, SAL DE LA CAMA DE MI HIJA— Ahí fue cuando el Charles comprendió lo que estaba pasando. Como el Charles no se movió mi madre agarró un cojín y lo empezó a golpear.
—Mamá PARA— le grité, estaba como loca.
—Cecilia, cálmate— dijo mi padre, agarrando a mi madre para que dejara de pegarle al Charles— Las cosas no se arreglan así— yo pensé que sería mi padre él que le sacaría la chucha al Charles si alguna vez descubría lo que pasaba, pero actuaba muy tranquilo, en cambio mi madre estaba como loca.
—Tú no cuidaste a mi hija desgraciado— le dijo a mi padre, apuntándolo con un dedo amenazador—Dejaste que se metiera con este ordinario, degenerado, aprovechador. ¿¡Por qué no haces nada Martín!? ¡Saca a este ordinario de mi vista!
—Cecilia por favor— le dijo mi padre como suplicándole con la mirada que se calmara—Es mejor que salgamos de aquí y conversemos cuando se hayan vestido...
—¿Por qué estás tan tranquilo Martín? —gritó mi madre—Cuando encontraste a la María Elena con Pablo golpeaste a ese pobre hombre hasta casi matarlo y eso que era un hombre decente, pero ahora estás ahí como si nada, ¡Haz algo maldita sea! Ponte los pantalones.
—Cecilia— suspiró— yo ya lo sabía...—¿Qué?—y creo que quizás deberías dejar que nuestra hija haga lo que ella quiera, ya está grande...— ¿Mi padre lo sabía y no hizo nada?
—¡GRANDE! — gritó mi madre incrédulo— Por Dios Martín tiene diecisiete años es una niña. Ese pedófilo— dijo apuntando al Charles— ha estado usando a nuestra hija y tú no haces nada, ¡Esto es increíble!
—No hagas escándalo por favor, no aquí— le dijo mi papá.
—Cállate Martín, no hiciste nada para defender a mi hija... y Ahora está con este tipo ¡En su cama! Por Dios, María Josefina yo no te crié así. ¿Cómo se te ocurre meterte con este tipo? — dijo mirando de manera despectiva al Charles— Más encima es casado, Por Dios, esto es un pecado, ¿Qué dirá la Martita Aldunate? —rodé los ojos, mi madre siempre pensando en él qué dirán.
—Mamá ya basta, el Charles y yo nos amamos y voy a estar con él, te guste o no— ella se rió de manera irónica—Y yo sé que no te importa lo que yo sienta, solo te importa lo que digan los demás ¿no cierto? ¿Qué dirán si tu hija anda con un futbolista? Eso es lo único que te importa, las malditas apariencias. Cuando la María Elena se metió con Pablo no hiciste ningún escándalo, incluso la apoyaste, siendo que ese tipo era un amigo de mi papá, un viejo de mierda que tiene veinte años más que mi hermana y que tenía como cinco hijos. Pero como tenía plata y era de tu maldito círculo social lo aceptaste. Estoy chata mamá, yo no voy a vivir esa vida superficial que llevas tú, lo que tengo con el Charles es algo verdadero y tú no lo vas a destruir.
—No seas ingenua hija, él nunca te va a tomar en serio. Ha estado jugando contigo todo este tiempo, estos hombres son así. Tú solo eres la otra, nunca vas a ser importante para él, solo te está ocupando para "divertirse" Él tiene una esposa e hijos y no los va a dejar por ti María Josefina, no seas ilusa— dijo ella.
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I'm not the only one || Charles Aránguiz
Fanfiction-No soy la única para ti... Y quizás nunca lo seré, a veces me pregunto ¿Por qué llegué tan tarde a tu vida?... Solo me gustaría que te arriesgues por mí, para poder ser la única mujer en tu vida... Saga futbolistas de la Roja #3 Todas mis novelas e...