Charles finalmente escapó por la ventana del baño. Le costó salir porque la ventana era muy chica. Tuve que empujarlo para que pudiera salir. Debe haberse sacado la cresta porque cuando lo empujé se fue de golpe, pero no tenía tiempo para preocuparme por lo que le había pasado porque mi padre golpeaba la puerta como loco.
—¡María Josefina abre la puerta ahora o haré que la vengan a abrir! — dijo mi padre muy enojado.
—¡Ya voy! — grité. Fui a la puerta y la abrí encontrándome con mi padre hecho una furia.
—¿Qué hacías tanto que no me abrías la puerta? — entró a la pieza como un tornado, casi tirándome lejos.
—Estaba en el baño—le dije. Él se puso en frente de mí y me miró directamente a los ojos buscando la mentira en ellos. Yo soy pésima mintiendo porque nunca lo hago... ¡Me va a pillar!
—No te creo... dime la verdad María Josefina— me quedé en silencio— yo escuché voces, la de un hombre— afirmó. Yo puse cara de extrañada.
—Daddy ¿Estás insinuando que yo metí a un hombre a mi pieza? — me hice la inocente, mi padre me miró feo.
—Eso es exactamente lo que estoy diciendo María Josefina—Dios ayúdame
—Daddy please yo no sería capaz de algo así, ¡Cómo se te ocurre!
—¿Entonces estoy imaginando voces? — entrecerró los ojos buscando la mentira. Mierda ¿Qué le digo? Claro papá estás volviéndote loco y tienes voces en la cabeza, no eso no, sería muy ridículo. Oh ya sé, tengo la idea perfecta.
—No, claro que no papá, estaba hablando por altavoz con el... Diego— la expresión de mi padre cambió y se le formó una sonrisa en el rostro. Diego era el hijo de uno de los amigos de mi padre, tiene mi misma edad, estudia en un colegio de puros hombres, que es como el opuesto al mío y es como extraño porque siempre los niños de ese colegio andan con las niñas de mi colegio... Es simpático el chico pero es el típico hijo de papá. Cuando cumplió los diecisiete le regalaron el medio auto, y es el típico perrito zorrón del que todas la minas andan detrás de él y él solamente se deja querer. A mí no me interesa un tipo así como él...
—Oh ¿y cómo está Diego? — dijo mi papá interesado.
—Bien— dije restándole importancia— ¿Por qué mejor no vamos a tomar desayuno que estoy muerta de hambre?
—Claro hija, te dejaré para que te vistas, en quince minutos te espero— Asentí. Uf me había salvado. Diego creo que ahora te quiero un poco.
Me vestí y luego salí con mi padre a tomar desayuno. Para variar el desayuno fue aburrido, a mi padre lo llamaron mil veces por teléfono así que básicamente mi desayuno consistió en comer y escucharlo hablar de negocios, una lata.
Después de desayunar me fui a la playa con mis amigas, estuve toda la tarde tomando sol, lo peor de todo es que quedé toda roja, parecía un tomate. Lo bueno es que estuvo muy entretenido el día, se me pasó volando con mis amigas, así que en la tarde me fui a Toca de Raposa. Iba caminando tranquilamente hasta que un cuerpo se me puso en frente y choqué con él.
—Mierda— dije, porque se me cayeron las gafas que traía en la cabeza, me agaché a recogerlas. Pero alguien se me adelantó.
—Pendeja ¡eres toda una grosera! Te acusaré a tu padre y le diré que estás diciendo malas palabras a los mayores — ¡quién más iba a ser que el carita de nada!
—Estúpido— puso cara de ofendido.
—¿Quieres que te acuse a tu padre por insultarme? Parece que no escuchas...— tenía una sonrisita en el rostro.
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I'm not the only one || Charles Aránguiz
Fanfic-No soy la única para ti... Y quizás nunca lo seré, a veces me pregunto ¿Por qué llegué tan tarde a tu vida?... Solo me gustaría que te arriesgues por mí, para poder ser la única mujer en tu vida... Saga futbolistas de la Roja #3 Todas mis novelas e...