Both Worlds (Camren)

Capítulo 3

Lauren.

¡Pero qué emocionante! Recordaba ser adolescente y ver a mi país ganar un mundial femenino, ¡y ahora estaba a punto de jugar una final!

No podría explicar con palabras lo que sentí al ver la pelota golpear la red. Horas más tarde, aún sentía como la piel de todo mi cuerpo se erizaba al redordar el momento.

-Ha sido impresionante -murmuró Dinah tumbada boca arriba en su colchón del hotel.

-Ni que lo digas -dije yo con la misma postura, contemplando el limpísimo techo blanco.

-¡La mejor sensación de mi vida! -exclamó sentándose con rapidez, mirándome.

-¿Te das cuenta de lo que tenemos por delante? -pregunté insegura, aún sin moverme, con mis manos cruzadas sobre el vientre.

-Está claro que el partido más importante de nuestras vidas -contestó con claro nerviosismo en su voz. -¿Dónde están las demás?

-Keana dijo que me avisaría más tarde para salir a pasear con Vero y Lucy -avisé apoyándome en el costado derecho para mirarla. -¿Te apuntas?

-Claro -dijo sonriente. -Necesito desconectar.

-Estupendo -sonreí estirando mi brazo para tomar mi teléfono móvil de la mesilla de noche.

-¿Qué hay de Camila? -preguntó con diversión en su mirada.

-¿Camila? -repetí inocentemente.

No podría engañarla, era mi mejor amiga. Y no podría ocultarle que desde que recibí su mensaje de apoyo, había estado pensando en ella. En cómo su cabello caía por su espalda ocultando parte de mi nombre impregnado en su camiseta.
Tampoco podría ocultarme a mí misma que me sentía más orgullosa de lo normal sabiendo que la chica había visto, probablemente, como marcaba el gol de la victoria.

-¿Camila? -me imitó soltando una risa. -¿Te ha vuelto a hablar?

-No -contesté metiéndome en la aplicación de Twitter, pulsando su perfil. -Pero sí ha mandado una enhorabuena general al equipo.

-¿De verdad? -preguntó mi amiga sonriéndome pícaramente. -¿Sólo eso?

Yo deslicé el pulgar por la pantalla hasta llegar a leer algo nuevo que no había leído hasta entonces. Mi corazón se encogió en mi pecho y, rápidamente una sonrisa amaneció en mi boca.

-¿Qué? -preguntó Dinah removiéndose en el colchón.

-Hay algo más -dije mirando a mi amiga.

-¿Qué más?

-Viene a la final -dije mordiendo mi labio inferior, tratando de ocultar la estúpida sonrisa que se había quedado grabada en mi rostro.

-¿¡Lo dices en serio!? -exclamó corriendo hasta mi cama. -¡Esto es de locos! ¿Y qué vas a hacer?

-¿Qué voy a hacer, Dinah? -pregunté levantándome y alejándome de ella.

-¿A dónde vas? -dijo siguiéndome con la mirada. -¡Estamos hablando!

-Voy a cambiarme -dije abriendo mi maleta. -No pienso salir con la ropa del equipo otra vez.

-¿Vas a arreglarte por si te encuentras a Camila? -bromeó alzando una ceja.

-Oh, ¡cállate! -exclamé riendo, tirándole un par de calcetines.

Casi una hora más tarde, las cinco chicas estábamos en una cafetería cualquiera de México, admirando el estupendo ambiente deportivo que se respiraba en el lugar y los alrededores de la que se había seleccionado como anfitriona del mundial. A todas nos vendría bien desconectar, dejar de pensar en el importantísimo partido que disputaríamos la semana siguiete, aunque aún no supiéramos contra quién.