Lauren.
-Mierda -susurró Ally, la asistenta de Camila. -¡Mierda!
Yo me quedé impresionada, estábamos hablando sobre las nuevas políticas del país, esperando a Camila, cuando la pequeña asistenta empezó a maldecir.
En décimas de segundos, seguí la mirada de la rubia hacia donde apuntaban sus ojos nerviosos. El telonero de Camila había sujetado su brazo con fuerza y la cantante parecía estar pasándolo bastante mal. Ella giraba su cuerpo hacia él, para intentar deshacerse del agarre de sus gruesos dedos con poca eficacia.
Miré hacia los lados, nadie del equipo de seguridad parecía estar delante. Noté cómo Dinah me daba un pellizco en el costado derecho para que terminara de decidirme a ir, pero ya estaba de camino.
-Perdona, creo que estas no son formas -dije colocando una mano en el pecho del chico de pelo rojo, empujando suave pero con consistencia. -No se le hace daño a una mujer, ¿entiendes?
Yo no alcé el tono de mi voz. De hecho, tampoco borré la sonrisa de mi cara; no quería transformar aquello en una pelea. Pero tampoco quería dejar que Camila sufriese ningún tipo de daños, si yo podía evitarlo.
-¿Y esta quién mierda es? -chilló él, dirigiéndose a la cantante. -¿¡Tu novia!?
-No, tranquilo -contesté yo por ella, que parecía estar en shock, acariciando la zona de su brazo que había sido lastimada. -Pero, aunque me dijeras ahora que tú eres su novio, cosa que dudo, no sería excusa para tratarla así. De hecho, te perdería incluso más respeto.
-¿¡Pero tú sabes quién soy!? -gritó él, dando dos zancadas hacia nosotras.
Yo agarré a Camila de la mano y la coloqué detrás de mí. El muchacho no parecía peligroso, pero sí agresivo.
-Ni yo sé quién eres tú -dije poniendo una mano de nuevo en su pecho con fuerza, sin retirar mis ojos de los suyos color miel -, ni tú sabes quién soy yo. Así que, si eres tan amable, de pequeña me enseñaron a no hablar con desconocidos. ¿Nos disculpas?
El tono sarcástico en mi voz y, la sonrisa que no se caía de mi rostro, hacía que al cantante se le hubiese manchado la piel de sus mejillas de rojo y que fuese incapaz de abrir sus puños.
No solté la mano de Camila hasta que casi habíamos llegado al expecante corro de nuevo, que la giré hacia mí y tomé sus hombros.
-¿Estás bien? -le pregunté, inclinando mi cabeza un poco hacia la suya.
-Sí -contestó -, siento que hayas tenido que verle así.
-¿Suele ponerse así? -pregunté.
-No -dijo ella sacudiendo su cabeza con suavidad -, no suele, si soy honesta. Pero algunas veces pierde el control por completo.
-No es por ser cotilla -dije haciendo una mueca con mis labios -, pero, ¿qué le pasa?
Ella suspiró y miró hacia el fondo del pasillo. El rockero se había sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared y parecía susurrar algo al aire con los ojos cerrados. Era bastante raro ese chico.
-Michael y yo salimos unos meses -confesó la latina -, él sigue enamorado de mí, pero yo no.
-¿Por eso se pone hecho una bestia? -pregunté frunciendo el ceño. -¿Te quiere obligar a que vuelvas con él?
-No, no creo. Sabe que eso no está en sus manos; sin embargo me llama todos los días a todas horas, es un acoso monumental -contestó rondando sus ojos con desgana. -Lo que le pasa es que se ha metido en mi móvil sin permiso y ha visto una foto con mi mejor amigo, Harry.
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Both Worlds (Camren)
FanfictionLauren Jauregui era jugadora de fútbol profesional. Era, a decir verdad, una de las mejores jugadoras del momento. Era la capitana de su club, Miami Vice; y había llevado a su equipo a la gloria desde que tenía 21 años. Pero cuando Camila Cabello, l...