Camila.
Estaba quedándome dormida en manos de los maquilladores. Apenas hacía un día que había vuelto de México y no me había dado tiempo a descansar por completo. Bastian, mi representante, me echó la bulla cuando se enteró, pero había merecido la pena. Había visto cómo nuestra selección se proclamaba campeona del mundo por primera vez en la historia, algo único.
-Mila, no dejas de dar cabezadas -dijo Rox, una de las maquilladoras. -Voy a meterte el pintalabios en el ojo como sigas así.
-Lo siento -dije recomponiéndome en mi asiento. -Llevo unos días de locos.
-Imagino -dijo colocando un mechón de su pelo rosa tras su oreja, para ponerse a mi altura y concentrarse en perfilar mis labios de nuevo -, pero ahora tienes un concierto.
-Sí... -susurré. -Bastian se ha puesto hecho un fiera.
-Mila, no hables -me pidió.
-Si no hablo, me duermo -protesté.
-Está bien, hoy sales sin pintalabios -dijo Rox acercándose a una silla para coger una toallita desmaquillante y pasarla por mis labios, limpiando el poco labial que había conseguido aplicarme.
-Yo misma me lo pintaré antes de salir -dije sacándole la lengua burlonamente.
Una vez estaba maquillada, vestida y con la suficiente energía recuperada para no defraudar al público, me acerqué al backstage, donde ya sonaba nuestro telonero, Michael Clifford. ¿En qué momento pedí que fuera él? ¿Qué se me estaba pasando por la mente?
-¿Cuánto queda? -pregunté acercándome a Ally.
La rubia estaba asomada a la cortina que nos separaba del escenario, viendo la actuación del chico de mechas rojas y guitarra negra.
-Le quedan un par de canciones -dijo mirándome. -¿Estás lista?
-Sí -sonreí devolviendo la vista al escenario.
Era grande. Había gente y flashes por todos lados. Así como llamas de mecheros y luces de linternas que alumbraban en la penumbra de la balada que ahora cantaba Clifford.
-Dicen que estarán aquí Bernie Sanders y Hillary Clinton -me dijo la rubia, haciendo que desviara mi atención de la audiciencia. -La campaña electoral ha sido por aquí esta semana.
-Por mí se pueden ir los dos al garete, juntos, como si fuera un pack -dije estirando mis brazos desnudos. -No creo en la política.
-Eres una rebelde sin causa -dijo la rubia palmeando mi trasero mientras yo estiraba los músculos. -Una canción y sales, vamos a prepararte.
Ally tomó mi mano y me arrastró alrededor de un pasillo lleno de gente, seguidas de nuestras bailarinas, vestidas de negro, contrastando con mi traje blanco. Nos colocamos en una tarima que, en cuanto Michael desapareciera del escenario, subiría para llevarnos hasta él. Al público le encantaban esos efectos especiales en mitad de un concierto. Y a mí me provocaban cosquillitas en el estómago.
La música, ahora un poco más rockera del telonero se detuvo, se despidió del público y, yo, agarré con fuerza mi micrófono. Los focos del enorme escenario se apagaron y la gente comenzó a chillar y a hacer alboroto desenfrenadamente.
-Suerte -susurró Ally volviendo a subir las escsleras.
Yo le tiré un beso y miré a Normani, que rezaba justo a mi lado. Suspiré, un nuevo concierto y en mi tierra. Eran mis favoritos.
La plataforma subió hasta el escenario y el auditorio se transformó en una fiesta que no concluyó hasta que no di por finalizado el concierto.
-¡¡Miami, siempre es un placer cantar en mi tierra!! -dije tratando de recuperar el aliento, con mis labios pegados al micrófono, en el medio de la fila que siempre se creaba tras cada concierto con los bailarines y músicos del equipo. -¡¡Espero que lo hayáis pasado bien y que volvamos a vernos pronto!! ¡Os quiero!
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Both Worlds (Camren)
FanfictionLauren Jauregui era jugadora de fútbol profesional. Era, a decir verdad, una de las mejores jugadoras del momento. Era la capitana de su club, Miami Vice; y había llevado a su equipo a la gloria desde que tenía 21 años. Pero cuando Camila Cabello, l...